‘This is Sevilla’. Así recibió el Pizjuán al Manchester United de José Mourinho. No era Anfield, pero sí una declaración de intenciones de que los ingleses lo iban a pasar mal en la ida de los octavos de final de la Champions. Pogba empezó el partido en el banquillo aunque no duró mucho sentado porque la lesión de Ander Herrera a los 20 minutos le hizo pisar el césped.
No se esperaban demasiados goles en una eliminatoria entre Sevilla y United. Y la primera parte lo confirmó. El equipo inglés no se acercó mucho a la portería de Sergio Rico porque su máxima preocupación fue proteger a De Gea. La del Sevilla, igual. Hasta que en los últimos minutos del primer acto se desmelenó y obligó a al portero español del United a salvar a su equipo con dos manos al alcance de muy pocos. Un cabezazo de N’Zonzi tras una chilena de Mercado y otro remate de Muriel con los que el Pizjuán ya cantaba medio gol. No entró y se llegó al descanso sin que se moviera el marcador.
El Sevilla quería tener el control ante el United y siguió dominando el partido. El equipo de Mourinho le daba pausa al juego cada vez que cogía el balón esperando su oportunidad en el Pizjuán. Ninguno de los dos se volvió loco. Era la ida y aún faltaba mucha eliminatoria. Los de Montella eran superiores pero no se reflejaba en el marcador.
El paso de los minutos hacía que un posible gol tuviera cada vez más importancia. Y Lukaku dio un aviso que hizo al Sevilla dar un paso atrás. El delantero controló con la mano y a la media vuelta superó a Sergio Rico. El resultado se empezó a ver con buenos ojos y los dos lo dejaron en tablas para jugarse el pase a la vuelta.
El Sevilla no pudo vencer al United pero sí se ganó el derecho a soñar en Old Trafford. El empate sin goles le permite parar a cuartos de final de la Champions si empata con goles en casa de Mourinho. La vuelta no se parecerá al partido de ida, pero las opciones están intactas y son reales.