La incertidumbre por lo que depare el otoño obliga a echar el freno en el gasto, lo que repercute en el turismo

  • Los establecimientos hosteleros notan cierto freno en el gasto por los precios y la incertidumbre ante el próximo otoño

  • El ticket medio por persona baja cinco euros pero los hoteles mantienen un buen nivel de ocupación para el resto de julio

  • El sector turístico confía en que 2022 sea el año de la total recuperación tras un par de veranos de pandemia

En los lugares turísticos se notan las ganas de disfrutar de unas vacaciones como las de antes. Sin embargo, los desorbitados precios, con el IPC en el 10,2%, su nivel más alto desde 1985, y la incertidumbre por lo que pueda ocurrir a partir de otoño obliga a echar el freno en el gasto y eso se nota en los sectores que dependen del turismo.

No obstante, tras las restricciones sufridas por la pandemia de covid, en la Costa Blanca, durante el mes de julio, ya se ha superado la cifra de ocupación hotelera del año 2019. Y en fines de semana, como éste, la ocupación roza el 100%.

A pesar de que los hosteleros ven sus terrazas completamente llenas, se han dado cuenta de que los turistas cada vez consumen menos. De hecho, la tendencia ahora mismo es gastar más dinero en bebida y menos en comida.

Eso es al menos lo que dice el ticket medio por turista que hasta hace unas semanas estaba en 25 euros por persona y ha pasado a ser de 20 euros. Incluso en establecimientos un poco más exclusivos, que era de 50 euros, ahora mismo está en 35 euros por cliente.

Optimismo en el sector hostelero para la segunda quincena

Al margen de los espacios más cercanos, la playa sigue siendo el principal atractivo durante las vacaciones de verano para los españoles y para casi todos los turistas extranjeros. Abarrotadas hemos podido ver las carreteras que llevan hasta la costa andaluza.

"Muchísimas ganas, ha sido un año intenso", asegura una mujer. Intenso sí, y también para el bolsillo. "Llenar el depósito de carburante es una aventura", destaca un hombre.

Estamos en pleno cambio de quincena. Unos regresan a casa mientras que otros muchos inician su descanso. Y las perspectivas para estas próximas semanas son muy positivas en las islas Canarias y también en otros lugares peninsulares. Así lo ven en el sector hostelero.

Si la primera quincena de julio ha sido buena, la que arranca puede resultar aún mejor. "El cliente está reservando más a corto plazo, pero la verdad es que no está costando tener unos números de ocupación que nada tienen que envidiar a 2019", señala un responsable de un hotel en Alicante.

Hoteles llenos, restaurantes llenos, pero no los estómagos. "Son más clientes pero con un consumo más reducido. Miran más la carta y los precios", afirma el responsable de un establecimiento.

Visto este arranque de la temporada estival, el sector turístico confía en que 2022 sea el año de la total recuperación.