De planificar las comidas a recurrir al ocio gratuito: consejos para llegar a fin de mes tras las vacaciones de verano

  • Los excesos de verano pasan factura, también a nuestro bolsillo: existen trucos para recuperar la salud financiera

  • Es preferible huir de los productos de crédito y ajustarnos el cinturón con un consumo responsable

  • Planificar comidas, reducir el consumo eléctrico, optar por planes de ocio al aire libre... son prácticas que se notarán en tu bolsillo

El verano es época de relax, de ocio, de excesos... y, normalmente, de mayor gasto. Al fin y al cabo, nos merecemos unas vacaciones tras meses de duro trabajo, rutina o situaciones de estrés. Sobre todo en un contexto como el actual, aprovechar los meses de más calor para disfrutar de nuestro entorno e impulsar la economía nacional se convierte casi en un ejercicio de solidaridad y responsabilidad social. Sin embargo, es importante no perder de vista cuál es nuestra capacidad económica y ajustaros a un presupuesto realista. Tanto si estás a tiempo de evitar el desastre como si ya estás notando los estragos del abuso de tu tarjeta de crédito, toma nota de estos consejos para llegar a fin de mes tras las vacaciones de verano.

Cómo llegar a fin de mes tras las vacaciones de verano

En verano es natural que se nos vaya un poco la mano en lo que a gastos y excesos se refiere. En general, solemos gastar más de lo habitual, algo lógico teniendo en cuenta que pagamos por vuelos, hoteles, comidas largas y copiosas, copas, excursiones... Mantenemos un ritmo de vida excepcional (y bien merecido), pero no deja de ser importante prever esta situación para no caer en un sobreendeudamiento.

En este sentido, siempre será mejor ahorrar previamente para las vacaciones que apurar nuestros ingresos presentes y futuros. Desde luego es preferible no financiar este tipo de gastos, especialmente si ello implica el pago de intereses. Echar mano de la tarjeta de crédito (sobre todo en la modalidad revolving) puede llevarnos a lastrar deudas a futuro durante los meses restantes del año o incluso durante periodos más prolongados, lo que aumentará el coste total del dinero.

Además, marcarse un presupuesto realista es clave, manteniendo un control de gastos dentro del periodo de vacaciones y previendo cuáles serán los picos de mayor consumo. Optar por el turismo nacional o incluso redescubrir nuestra propia localidad si nuestro presupuesto es muy ajustado pueden ser opciones para un verano como el actual.

En cuanto a qué debemos hacer para reducir gastos a nivel práctico durante las vacaciones y después de ellas para que nuestro bolsillo no se resienta, estos son algunos consejos:

  • Cuidado con la factura de la luz. Especialmente ahora que el precio de la electricidad se dispara, haz un uso responsable del aire acondicionado, opta por alimentos que requieran menos preparación, no abuses de planchas y secadores... Muchas veces el uso de determinados aparatos no es necesario en absoluto o no nos reporta tanto confort en relación al consumo que general. Del mismo modo, te ayudará conocer qué electrodomésticos gastan más electricidad. Y recuerda que se trata también de una cuestión de responsabilidad medioambiental.
  • Planifica tus comidas. Comer fuera en exceso puede disparar tu gasto mensual hasta en un 40 por ciento y, además, casi siempre será menos saludable. Si dedicas unas horas a planificar tu semana, a comprar lo necesario y a cocinar, tanto tu cuerpo como tu bolsillo lo agradecerán. Evita también generar desperdicios: es preferible no comprar en exceso o hacerlo semanalmente y siguiendo una buena planificación.
  • Identifica tus impulsos de gasto... y aprende a controlarlos. Si sabes que tiendes a comprar compulsivamente o de forma impulsiva determinados productos o servicios, haz lo posible por resistir esta tentación, especialmente si eres consciente de que supone un exceso innecesario que te restará salud financiera y te generará remordimientos. Hay quienes compran más cuando están cansados, cuando se encuentran ansiosos, en momentos de tristeza... Conocerse es el primer paso para reeducarse.
  • Elige planes al aire libre. ¿Qué mejor forma de disfrutar de las vacaciones o de los primeros fines de semana tras la vuelta al trabajo que retomando la actividad física? Ayudarás a tu organismo a recuperarse y te sentirás más feliz y motivado. Y, de paso, evitarás planes caros y normalmente menos saludables.
  • Opta por el ocio gratuito. Muchas veces nos empeñamos en realizar actividades de ocio que pueden suponer un importante 'bajón' en nuestra cuenta bancaria cuando, en realidad, existen opciones gratuitas o muy económicas a nuestro alcance: una buena exposición, la lectura de ese libro que sigues teniendo pendiente, una tarde escuchando música y realizando cualquier actividad creativa o deportiva... Los mejores planes suelen costar muy poco y, a veces, también es necesario un momento de soledad y de autoescucha.
  • Evita recurrir al crédito. Si tu presupuesto se reduce durante el mes de septiembre debido a los excesos del verano, haz lo posible por adaptarte a la situación y evitar hacer uso de tus productos de crédito. Te sorprenderá lo poco que puedes llegar a gastar sin perder calidad de vida si sigues el camino adecuado. Curiosamente, este ahorro suele coincidir con un estilo de vida más saludable.
  • Revisa tus gastos fijos. Suscripciones que jamás usas, servicios que podrían ser más baratos si te tomas el tiempo de contrastar precios... Revisar tus gastos fijos para tratar de reducirlos en la medida de lo posible es siempre un buen ejercicio. Supondrá un poco de tiempo, pero te sentirás mejor una vez aliviada la carga de facturas que recibes mes a mes.