Guía para detectar la reduflación en 2025: cuando las marcas te dan menos producto por el mismo precio (o más)

Marcas que reducen el tamaño de sus envases inadvertidamente, a la vez que mantienen los precios y supermercados que no informan
Los 12 productos de supermercados que han subido sus precios y bajado su cantidad, según Facua
Pagas lo mismo, o en ocasiones incluso más, por menos cantidad de producto. Ni ha cambiado el formato, ni te han avisado en la etiqueta, pero la cantidad es menor. Es la reduflación, el fenómeno económico por el que las empresas reducen el contenido de los productos manteniendo o subiendo el precio final. En 2025, esta práctica sigue extendiéndose por los lineales de los supermercados en España, afectando especialmente a productos de alimentación, droguería y cuidado personal, y lo hace sin obligación legal de informar visiblemente al consumidor.
La Organización de Consumidores y Usuarios lo ha denunciado de forma sistemática en sus informes. En su estudio más reciente, la OCU constató que marcas como Pescanova, Tulipán, Danet, Gallo, Colacao, Campofrío o Milka han reducido el contenido de sus productos en envases similares, manteniendo o aumentando el precio final. Por ejemplo, los espaguetis Gallo pasaron de 1 kg a 900 g, y el Colacao en bote de 400 g a 380 g, sin avisar al consumidor en el frontal del envase.
El caso de Tulipán Original resulta ilustrativo: su envase mantiene su estética y volumen en apariencia, pero la cantidad de producto que incluye pasa de 500 g a 450 g. Otro ejemplo: los Danet pasaron de 125 g por unidad a solo 115 g, según el mismo informe.
Por qué la ley permite esta práctica y cómo protegerte
La reduflación no es ilegal en España siempre que el peso neto aparezca correctamente indicado en el envase. Ni la Ley de Defensa de los Consumidores, ni el Reglamento de la UE obligan a las marcas a mantener constante la cantidad de producto, ni a destacar los cambios en el frontal del envase. Como advierte la OCU, “aunque la práctica es legal, resulta desleal y opaca, pues se apoya en el hábito visual del consumidor, que compra por apariencia de envase y no revisa cada etiqueta cada semana”.
FACUA-Consumidores en Acción va más allá y considera que estas prácticas constituyen publicidad engañosa en determinados casos, especialmente cuando se mantienen envases de idéntica apariencia sin informar de los cambios. En su última denuncia pública, publicó un listado con más de una veintena de marcas y productos que han reducido su cantidad sin reflejarlo visiblemente, incluyendo productos como el chocolate Milka que pasó de de 125 g a 100 g, la pechuga de pavo Campofrío que pasó de 115 g a 90 g, el multiusos de Don Limpio que dejó de ser de 1 L para contener solo 850 ml, el champú TRESemmé, que era de 700 ml y ahora incluye 630 ml, o los palitos de cangrejo Pescanova, que pasaron de 250 g a 200 g.

FACUA recuerda que el Artículo 7 de la Ley de Competencia Desleal prohíbe las omisiones relevantes de información si inducen al consumidor a error. Cuando el diseño del envase permanece igual y la reducción de contenido no se comunica expresamente, estamos ante un caso claro de omisión engañosa, promueven desde dicha organización.
La falta de transparencia ha sido motivo de varias reclamaciones formales ante la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, aunque hasta el momento no se ha producido una regulación específica que obligue a destacar la reduflación en el etiquetado frontal.
Estrategias para no caer en la trampa de la reduflación
Frente a una práctica que a fin de cuentas es legal pero, a la vez, también resulta opaca, los consumidores deben adoptar una actitud vigilante. La OCU ofrece una guía básica para detectar reduflación en el supermercado:
- Compara el peso o volumen del producto con el que solías comprar antes: Aunque el envase parezca el mismo, revisa el contenido exacto.
- Mira el precio por kilo/litro, no el precio final del envase: Esta es la forma más fiable de detectar aumentos encubiertos.
- Guarda tickets y compara lotes: La reducción no siempre es simultánea en todas las tiendas o regiones.
- Denuncia ante las autoridades de consumo si consideras que la información ha sido engañosa o insuficiente.
FACUA también anima a reclamar ante los servicios autonómicos de Consumo o a través de su plataforma si se detectan casos de “empeoramiento del producto sin aviso”.
Lo más preocupante, según la OCU, es que la reduflación no solo afecta a productos gourmet o prescindibles, sino a artículos de uso cotidiano como pasta, detergentes, cereales, yogures o carnes procesadas. A fin de cuentas, se trata de una forma de inflación silenciosa que deteriora el poder adquisitivo de los ciudadanos, sin que los consumidores sean plenamente conscientes de ello. Y, efectivamente, esto es un grave problema para nuestros sufridos bolsillos.
