Una declaración jurada es un documento legal que se utiliza frecuentemente, tanto en España como en muchos otros países en todo el mundo, para manifestar la veracidad de determinados datos, algunas veces mediante un juramento ante una autoridad judicial o administrativa como puede ser un notario en el caso de nuestro país. Así, el contenido de la declaración será tomado como cierto mientras no se demuestre lo contrario. ¿Cómo hacer una declaración jurada en España y para qué se utiliza?
Las declaraciones juradas se utilizan para infinidad de trámites legales, por ejemplo, frente a las distintas administraciones, y también en nuestras relaciones entre particular y particular o entre particulares y empresas. Es importante saber que mentir en una declaración jurada tiene consecuencias legales, por lo que no es nada recomendable arriesgarse a hacerlo.
Al hacer una declaración jurada, la persona interesada (el ‘declarante') certifica una determinada situación personal. Es habitual utilizarlas para agilizar trámites o procesos legales. Por ejemplo, si queremos llevar a cabo una obra y la Administración nos pide certificar mediante este documento la naturaleza de esa intervención, si bien luego podrá comprobar la veracidad de lo que hemos manifestado y multarnos si hemos mentido. Así, este documento puede sustituir de forma temporal o permanente la presentación de otros documentos, dando fe de que una situación es de determinada manera.
Además, las declaraciones juradas pueden ser simples o notariales-judiciales. En el primer caso, serán necesarias menos formalidades y no existirá presunción de veracidad. En el segundo, la veracidad de los hechos se garantiza mediante juramento, y las consecuencias de mentir serán, por tanto, más graves. En cualquier caso, siempre se genera una responsabilidad legal cuando se genera una declaración jurada. Es posible incluso incurrir en un delito de falsedad documental.
Algunos ejemplos de uso de declaraciones juradas son la inscripción de una pareja de hecho (certificando que se cumplen los requisitos legales para registrarse como tal), de solvencia económica (por ejemplo, para solicitar un crédito), de ingresos económicos (por ejemplo, para solicitar becas o ayudas), de patrimonio (una especie de listado de propiedades), de autoría y propiedad intelectual (asociadas, entre otras cosas, a concursos y certámenes creativos), de estado civil, etc.
Un caso muy frecuente es el de la declaración responsable, que se utiliza para agilizar todo tipo de trámites administrativos, en el marco de convocatorias, concursos, licencias... Con él es posible comenzar en poco tiempo un negocio, una obra, etc., evitando que el proceso se eternice y que ello perjudique al ciudadano o empresa interesada y, en última instancia, al desarrollo económico y urbanístico de una determinada zona geográfica.
En cuanto a cómo hacer una declaración jurada, en caso de que se trate de una declaración simple, puedes realizarla por ti mismo (aunque siempre será mejor acudir a un abogado que te asesore), bien de forma manuscrita, bien a ordenador, con la firma correspondiente en cada página del documento y todos los datos requeridos. En cambio, cuando se trate de una declaración jurada notarial, será necesario acudir a un fedatario público que de fe de los hechos que transmitas como ciertos. Éste comprobará la veracidad de la información facilitada antes de crear el documento.