¿Por qué no arranca la generación eléctrica fotovoltaica en España?

  • Expertos y consumidores critican la baja retribución de la energía solar fotovoltaica sobrante

  • El autoconsumo permite ahorrar en la factura eléctrica y rentabilizar la energía solar producida

  • En Alemania, el precio de compra de los excedentes está subvencionado

Las placas solares para autoconsumo eléctrico, son una apuesta de futuro, pero no siempre salen a cuenta para los hogares que han invertido en energía fotovoltaica. Los expertos y organizaciones de consumidores que hemos consultado resaltan la baja retribución que esos particulares reciben de las eléctricas.

Desde la pandemia estamos viviendo una auténtica fiebre por los paneles solares. Cada vez más hogares apuestan por esta energía limpia y barata para su autoconsumo porque además de ahorrar en la factura se puede rentabilizar al máximo la energía solar producida.

José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica asegura que "está previsto que si una persona tiene una instalación y no va a consumir porque está fuera de casa que esa energía no se pierda, que esa energía vaya al sistema y se le descuente de la factura un importe".

'Regalar' la electricidad sobrante a las grandes empresas

Un descuento o una compensación que las organizaciones de consumidores consideran insuficiente. Desde Facua, están convencidos de que "las eléctricas tendrían que retribuir a esos particulares, si no se está produciendo una vía injusta de producción de electricidad regalándosela al sistema sin recibir a cambio lo que corresponde".

El desajuste está en el precio al que las comercializadoras compran estos excedentes de energía. El representante de Unión Española Fotovoltaica explica este desfase, "vendes tu energía a precio del mercado mayorista y la que pagas es a precio del mercado minorista que normalmente es superior".

La experiencia española con la generación fotovoltaica es muy diferente a la que se vive en otros países de nuestro entorno, en Alemania, por ejemplo, el precio de compra de los excedentes está subvencionado y en Estados Unidos pagan al precio más alto.