Rato obtiene el tercer grado y saldrá de prisión con una pulsera telemática

  • La Audiencia Nacional concede la semilibertad al exvicepresidente del Gobierno dos años después de su ingreso en la cárcel

  • Esta semana ha sido absuelto por el caso Bankia

  • Rato era el único condenado por el caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid en segundo grado

El juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional ha concedido el tercer grado penitenciario al expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, mediante control telemático. En su auto, el magistrado José Luis Castro señala que la propia Junta de Tratamiento de la prisión de soto del Real propuso ya la progresión de grado a Rato, según ha adelantado Voz Populi.

El juez ha tenido en cuenta su reciente absolución por la salida a Bolsa de Bankia, sostiene que su riesgo de reincidencia es bajo y que la posible alarma social que provocaría su puesta en libertad no se puede mantener indefinidamente. El auto destaca que Rato ha pagado la responsabilidad civil de su condena por el caso de las tarjetas black y ha tenido en cuenta su "petición pública de perdón". Esta decisión se toma en contra del criterio de la Fiscalía, así como del que ha manifestado Instituciones Penitenciarias.

La Fiscalía puede recurrir ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, pero la decisión del juez es ejecutiva por lo que Rato abandonará la cárcel de Soto del Real en la que se halla en las próximas horas. El juez concluye que en este caso se dan las circunstancias y variables que le hacen merecedor del tercer grado, debiendo unir a ello su avanzada edad (71 años) que le permitiría, si se dan los requisitos legales, obtener la libertad condicional por esta causa, así como por las enfermedades coronarias que padece.

No obstante, la progresión no es inmediata, ya que ahora la Junta de Tratamiento de la cárcel en la que ingresó el 25 de octubre de 2018 debe decidir la manera en que cumple ese tercer grado y acordar centro de cumplimiento y plan de ejecución.

También ha valorado el informe favorable al tercer grado de la Junta de Tratamiento de la cárcel madrileña de Soto del Real en la que cumple condena, al que después se negó en un Acuerdo la Secretaría General de Instituciones Penitenciaria, lo que motivó que Rato lo recurriese y estuviese desde julio pasado a la espera de su resolución.

Entre los factores positivos para la concesión del tercer grado, el juez incluye también el hecho de que Rato haya disfrutado de permisos de salida sin incidencias, lo que disipa la posible alarma social, uno de los requisitos para la obtener la semilibertad que, según el juez, "no puede mantenerse indefinidamente". A todo esto añade que el bajo pronóstico de reincidencia del preso, fundamentalmente en atención a la actividad profesional y su edad.

Por todo ello concluye que en este caso se dan las circunstancias que le hacen merecedor de la semilibertad, "debiendo unir a ello su avanzada edad (71 años) que le permitiría, si se dan los requisitos legales, obtener la libertad condicional por esta causa, así como por las enfermedades coronarias que padece".

Rato era el único condenado por el caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid que aún permanecía en segundo grado, ya que el resto está ya en régimen abierto.