Zapatero admite en el Congreso que no ha sido "plato agradable" retrasar la edad de jubilación

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha admitido en el Congreso que la decisión de retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años "no es un plato agradable" y a "nadie le gusta", pero ha sido una imposición de la "realidad demográfica", ya que si no se actuaba sobre el sistema "en diez o quince años, no salían las cuentas para pagar las pensiones".

En su segunda réplica al Grupo Mixto durante el Debate sobre el estado de la Nación, Zapatero ha remarcado que no es una "disposición política" el que España vaya a ser uno de los países europeos con más personas mayores de 80 años, lo que implicará una tónica de aumento de los pasivos frente al descenso de los activos de la Seguridad Social. "Frente a eso hay que tocar el sistema", ha incidido.

"A nadie le gusta decir que de aquí a 13 años la edad legal va a ser de 67 años, no es un plato agradable, pero que nadie piense que sólo responde a ideología", ha incidido ante los reproches del representante del BNG, Francisco Jorquera, a quien ha advertido que la "realidad" también obliga a la "izquierda".

FRENTE A NEOLIBERALES E INTRANSIGENTES.

Asimismo, ha defendido que las reformas en el mercado laboral han intentado "mantener el equilibrio", lo que explica, a su juicio, "que no guste a los sectores más neoliberales", no a los "sectores más intransigentes por la izquierda".

"Creemos que hacemos reformas equilibradas, homologables a las de la mayoría de países europeos", ha afirmado Zapatero, para quien la Unión Europea garantiza el Estado del Bienestar a un nivel que "no existen en ninguna latitud del mundo más que en Europa".