¿Un Mar Mediterráneo más caliente significa que habrá una supergota fría en España?

Tras la última ola de calor que ha traído temperaturas de 45 ºC a España, se han medido temperaturas superficiales del agua del mar cercanas a los 30 ºC en el Mar Mediterráneo. Estos valores están hasta 4 grados por encima del promedio de estas fechas, lo cual es bastante preocupante y podría tener consecuencias para el clima en nuestro país. ¿Nos afectará una supergota fría a final del verano?

Que haga 30 ºC en el Mediterráneo a finales de julio y más de 25 en el Cantábrico no es para nada normal. Los datos corresponden a mediciones del agua superficial realizadas por satélites en los últimos días.

Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), asegura que el calentamiento será pasajero: “La llegada de vientos que remueven el agua o la formación de tormentas sobre el mar provocarán un enfriamiento y la vuelta a los valores normales para la época”.

“La reciente ola de calor sufrida en la península ibérica, asociada a una fuerte insolación y estabilidad atmosférica, ha propiciado este rápido calentamiento”, informa.

El Mediterráneo está cada vez más caliente

La temperatura del agua del mar, especialmente en el Mediterráneo, suele alcanzar sus valores más altos a mediados del mes de agosto. Varios estudios han constatado en los últimos años que cada vez es más frecuente que la capa más superficial del agua del mar esté más cálida de lo normal, en concordancia con las mismas anomalías de la temperatura del aire ya suficientemente documentadas.

En relación con este tema, el Quinto Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advierte de que los océanos están absorbiendo la mayor parte de la energía suplementaria que se está incorporando al sistema climático. Cerca de la superficie, la temperatura oceánica aumenta en promedio 0,1 ºC por década, y se estima que el nivel medio del mar a nivel global ha aumentado en 0,19 metros en el período 1901-2010.

¿Un mar más caliente se traduce en más lluvias torrenciales?

En contra de la creencia popular, un mar “demasiado” cálido no tiene por qué desembocar necesariamente en más lluvias torrenciales. Estos episodios que se generan en las comunidades mediterráneas en otoño obedecen fundamentalmente a factores atmosféricos (como por ejemplo la llegada de una DANA o “gota fría” al sur peninsular) y sin su ocurrencia difícilmente se producen las lluvias.

De hecho, “el Mediterráneo alcanzó temperaturas cercanas a los 30 ºC a comienzos de agosto del año 2017 y el otoño de ese mismo año fue extremadamente seco en la Comunidad Valenciana. La situación de 2017 (mar anormalmente cálido en verano sin lluvias torrenciales en otoño), es un esquema que se repite con frecuencia”, según José Ángel Núñez Mora, jefe de la Sección de Climatología de la Delegación Territorial de Aemet en la Comunidad Valenciana.

Aunque un mar más caldeado no significa que vaya a llover con mayor probabilidad, sí podría hacer que lloviera con más fuerza en caso de producirse una gota fría a final de verano o en otoño.

Cuanto más calor en la superficie del mar, más energía se transmite a la atmósfera. De manera que un océano más cálido influye en los fenómenos meteorológicos.

Además, al no haber tanta diferencia como debería entre la temperatura en tierra en el agua, la brisa marina no enfriará a las comunidades mediterráneas por las noches, y no aliviará la sensación de calor y bochorno durante el día.