Este atasco/bloqueo atmosférico de las corrientes en chorro en la tropopausa tiene consecuencias climáticas notables, como la formación de una mayor cantidad e intensidad de olas de calor. Estos fenómenos influyen "fuertemente" en los patrones climáticos, según apunta los investigadores de la Universidad de Chicago, en Estados Unidos.
Para tratar de comprender este suceso, los geofísicos Noboru Nakamura y Clare Huang desarrollaron un nuevo marco para investigar sobre la naturaleza del bloqueo atmosférico. Estos científicos crearon una métrica para evaluar las corrientes en chorro, que en esta ocasión combinaron con teoría matemática para analizar los procesos que subyacen el bloqueo.
En tráfico liviano, la mayoría de los automóviles viaja cerca del límite de velocidad, por lo que la congestión es proporcional a la densidad del tránsito; sin embargo, a medida que el tráfico se vuelve más pesado, esto reduce su flujo, un escenario análogo al bloqueo atmosférico.
Los autores sugirieron que el cambio climático tiene el potencial de alterar la frecuencia del bloqueo atmosférico, específicamente al cambiar la tendencia de la corriente en chorro para "atascarse". De hecho, Nakamura y sus colegas señalaron que una disminución del bloqueo ya puede estar ocurriendo en el Pacífico, donde el aumento del viento hacia el este puede haber hecho que la corriente en chorro esté menos saturada.