¿'Duerme' mejor tu coche en la calle en verano que en invierno? Preguntamos a un mecánico experto

Elsa Alonso 14/08/2017 17:33

Después de leer esto, quizá te pienses dos veces lo de alquilar una plaza de garaje mientras te vas de vacaciones. Dejar el coche durante meses a la intemperie acaba destrozándolo, ya sea con el granizo invernal o con el sol veraniego. De hecho, José María Morillas, del Taller JMorillas, considera que "hay ciertas cosas que se degradan más en el verano. El sol es muy dañino por su radiación. Los plásticos, los salpicaderos, los vinilos y la laca de la pintura acaban deteriorándose por su culpa".

Pero la mayor problemática que surge gracias al sol se produce dentro del coche: "Los daños que puede generar el Sol afectan principalmente a lo estético. Sobre todo, al interior del coche porque las ventanas crean un 'efecto invernadero' que hace retener todo el calor estropeando la tapicería", detalla José María Morillas.

Además, este calor a la larga hace mella en los líquidos del coche: "es cierto que para que esto se produzca tienen que pasar varios meses, pero puede ocurrir. A veces, los cambios radicales de temperatura, como por ejemplo ahora el excesivo calor, hacen que se dé una condensación dentro del motor que mezcle los líquidos con los viscosos", explica Morillas.

Por eso, es bueno hacer una renovación del aceite: "a mis clientes suelo recordarles que cambien el aceite, no solo cuando alcance el límite de kilómetros, sino para evitar esto", añade el mecánico.

Un factor añadido es si decides acudir a la costa. Si aparcas tu coche a la intemperie se puede deteriorar con la brisa marina: "la chapa se suele oxidar en los ambientes húmedos de las playas", comenta José María Morillas.

Las ruedas al menos no se estropean, y hay una explicación lógica: "En principio, no tiene por qué haber un problema con las ruedas. El neumático en condiciones de rodadura normal alcanza una temperatura más alta que la que puede exponerse en la calle con el Sol", dice Morillas.

No solo es el Sol. Los pájaros se pasan revoloteando dejan, a veces, alguna que otra 'sorpresita' desagradable en el coche: "si no lo limpias rápidamente de la chapa, se acaba comiendo la laca de pintura". Igual ocurre con la resina de los árboles.

¿Merece la pena hacerse con una plaza de garaje?

Es cierto que las consecuencias están ahí y que dejarlo en un parking al cobijo te libra de esas cosas, y de algún 'rayón' que otro, pero el mecánico José María Morillas opina que es peor el remedio que la enfermedad: "tal y como están los alquileres de garaje y el tiempo que tarda en producirse un deterioro por factores meteorológicos, es más rentable cubrirlo con los parasoles de día y darle una mano de pintura de vez en cuando".