Alcanzar el 'punto dulce ' simboliza la emoción del surf. Y, junto con las condiciones meteorológicas y la evolución del clima, es el principal obstáculo para coger maña con este deporte. Para dar una solución a este reto, Pizzo aplicó los principios de la física en la superficie del océano - donde el aire y el agua se encuentran - y así estudiar cómo la energía se transfiere desde la onda subyacente a una partícula en la superficie, en este caso, un surfista.
Una ecuación con la que más de uno llevaba décadas soñando. Pero su nacimiento fue fruto de una casualidad. Nick Pizzo, junto a varios compañeros científicos, tenía como objeto de estudio la masa, el momento y la energía intercambiados entre la atmósfera y el océano a causa de las olas rompientes, para ayudar a mejorar nuestra comprensión del tiempo y el clima.
"Al estudiar la aceleración de un surfista teórico sobre una ola, podemos proporcionar una mejor descripción de las corrientes generadas por las ondas de rotura", explica. Entre los resultados de la investigación, el equipo encabezado por Pizzo ha determinado que las tormentas y los huracanes están fuertemente influenciados por los procesos físicos generados por las olas rompientes, así como por la evolución a largo plazo del clima.