Cirros, altocúmulos, estratocúmulos: aprende a distinguir las nubes de un solo vistazo

  • Cirros, altocúmulos, estratocúmulos... aprende qué tipos de nubes existen y qué tiempo indica cada una de ellas

No todas las nubes son iguales ni sus consecuencias son las mismas. Las hay ligeras y blancas, densas y grises; algunas auguran tormenta y otras resultan casi anecdóticas en medio de un cielo despejado. Hay nubes que parecen ovnis y otras que no nos permiten adivinar su forma ni ver la luz del sol. ¿Qué tipos de nubes hay? ¿Cuál es la clasificación de las nubes que utilizan los meteorólogos?

Tipos de nubes: así las clasifican los meteorólogos

Las nubes presentan características muy dispares porque se forman en contextos muy distintos. Por tanto, atender al tipo de nube aporta mucha información acerca de las condiciones meteorológicas a las que nos enfrentamos, ya sean buenas o malas. Lo que sí tienen en común todas ellas es el origen de su formación: las nubes existen porque existe un circuito de aire que hace que el aire caliente de la superficie terrestre ascienda y se enfríe, condensándose así la humedad que contiene en forma de vapor de agua. Las partículas resultantes de este proceso son tan pequeñas y ligeras que son capaces de sostenerse en el aire gracias a pequeñas corrientes verticales, tal y como recuerdan desde Meteorologíaenred.

Todas esas gotitas de agua o de hielo forman las nubes, aunque éstas serán distintas en función de las características concretas que se den en este proceso cíclico. Por ejemplo, cuanto más baja sea la temperatura de formación, más densa será la nube y más posibilidades habrá de que ésta contenga cristales de hielo. Además, cuando se producen como fruto de fuertes corrientes verticales, su desarrollo vertical suele ser muy grande (y hay más probabilidad de lluvia). Al contrario, si se forman con el aire en reposo, presentarán capas más ligeras.

Estos son los distintos tipos de nubes:

Nubes altas

Las nubes altas pueden ser de distintos tipos:

  • Cirros. Se trata de nubes blancas y sin sombras internas, con colas largas y delgadas, en forma de líneas más o menos paralelas. Cuando el cielo se cubre con ellas, puede ser signo de descenso de temperaturas en las siguientes horas.
  • Cirrocúmulos. La red que forman estas nubes se asemeja al aspecto de la lana de las ovejas. Se trata de pequeñas formas redondeadas como copos de algodón, blancas y sin sombras, con aspecto arrugado. Pueden ser presagio de tormenta.
  • Cirrostratos. Se trata de nubes finas, en forma de halo o velo, que cubren el cielo y difuminan la luz del sol. Pueden indicar que llega mal tiempo, pero también que se acerca un frente cálido.

Nubes medias

También existen distintos tipos de nubes medias:

  • Altocúmulos. Se parecen a los cirrocúmulos, pero presentan forma de copos de tamaño mayor y estructura irregular. Indican la llegada de lluvias y mal tiempo.
  • Altostratos. Estas nubes son delgadas e irregulares, ya que en algunas zonas son más densas que en otras. Suelen permitir ver el sol y pueden indicar la llegada de lluvia ligera.

Nubes bajas

En el caso de las nubes bajas, nos encontramos con esta clasificación de nubes:

  • Nimbostratos. Estas nubes presentan un olor gris oscuro y son densas, aunque su opacidad es variable. Son muy frecuentes en primavera y verano, responsables de las lluvias en los meses más cálidos.
  • Estratocúmulos. No suelen augurar lluvias y se reconocen por su forma ondulada, similar a cilindros alargados.
  • Estratos. Su tono es grisáceo y su densidad es dispar, aunque suelen tomar forma de neblina irregular. Suelen ser indicador de buen tiempo.

Nubes desarrollo vertical

Cuando veas nubes de desarrollo vertical, prepárate para posibles lluvias. Estos son los tipos de nubes verticales:

  • Cúmulos. Son densas y generan sombras marcadas, llegando al punto de tapar el sol. Son de base horizontal y pueden generar lluvias y tormentas, aunque son signo de buen tiempo cuando hay poca humedad ambiental y poco movimiento vertical del aire.
  • Cumulonimbos. En este caso hablamos de nubes grises con un mayor desarrollo vertical, fruto de la presencia de un movimiento violento de aire ascendente. Tapan el sol y se relacionan directamente con lluvias y tormentas.