Junio, más frío de lo normal: el índice Nao tiene la culpa

  • Las temperaturas han sido hasta 10ºC más bajas de lo normal en muchas zonas de España durante la primera quincena de junio

Lo habrás notado. Junio está siendo fresco este año. Ha granizado, ha nevado e incluso hemos visto heladas débiles que no se esperaban ya hasta otoño. Todo ello, enmarcado en un 2020 que apunta maneras para declararse como el más cálido en la Tierra. Entonces ¿por qué no está haciendo calor en España? La culpa la tiene el famoso índice Nao. Te contamos cómo está trastocando el tiempo en nuestro país.

¿Qué es el índice Nao?

El índice Nao (Oscilación del Atlántico Norte) mide la diferencia anómala entre las altas presiones subtropicales (el anticiclón de las Azores) y las bajas polares en el norte del Atlántico. A lo largo del año, este índice va oscilado y de él depende el tiempo tanto en América del Norte como en Europa.

Cuando se encuentra en fase positiva, lo cual suele ocurrir en primavera y verano, el tiempo es más estable en nuestras latitudes. Por el contrario, cuando se encuentra en fase negativa, las depresiones circulan más bajas y se descuelga aire del Ártico. Esto es más típico en otoño e invierno.

Se entiende muy bien al observar el comportamiento del chorro polar. Cuando este circula en horizontal sin dibujar muchas ondulaciones, el frío polar se queda en el Ártico. Esto ocurre con Nao positiva. De lo contrario pasa lo siguiente:

¿Cómo está influyendo en que junio sea fresco?

Durante el invierno de 2020, la Nao ha permanecido en su mayoría positiva, y no ha sido hasta que nos hemos confinado que se tornó negativa. Es decir, ha ocurrido lo opuesto a lo habitual. No es de extrañar, por tanto, que hayamos tenido los cinco primeros meses del año más cálidos, en conjunto, desde 1965, y que en cambio la primera quincena de junio haya sido más frío de lo normal (tomando como ‘normal’ el promedio del periodo de referencia 1981-2010).

Mientras que el anticiclón se ha ido haciendo fuerte en el Atlántico las últimas dos semanas, disparando las temperaturas sobre los países escandinavos y Siberia –que ha registrado en 2020 las temperaturas que se preveían para 2100–, las borrascas se han ido profundizando cerca de las islas británicas, Francia y España de manera casi constante.

A pesar de la entrada de frío y del paso de borrascas por el suroeste de Europa, cabe destacar que una Nao negativa no tiene el mismo efecto en invierno que a las puertas del verano. A estas alturas del año, recibimos el doble de horas de luz solar –alrededor de 15 mediados de junio–, y por tanto llega más energía a la superficie y el calor no tiene tanto tiempo para ‘esfumarse’.

Aun así, los apenas 20ºC que hace en las comunidades del norte de España son anómalos con el verano a la vuelta de la esquina. Incluso los 33ºC de Sevilla son pocos por estas fechas, y en Castilla y León deberían rondarse los 27ºC, y no los 20ºC de este miércoles.

¿Qué pasará los próximos meses?

En principio, las previsiones de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) apuntan a un índice Nao en fase negativa. Pero esto no quiere decir necesariamente que el verano vaya a ser frío.

A lo largo del verano de 2019, por ejemplo, la Nao se mantuvo en fase negativa (de hecho, batió un récord de 80 días en valores negativos) y, sin embargo, en España la estación tuvo un carácter ‘muy cálido’. A nivel global, junio y julio resultaron los más cálidos en la Tierra y agosto quedó en segundo puesto, por detrás de agosto de 2016.

Las borrascas no fueron tanto una constante en España –hasta agosto, cuando se produjeron tormentas severas en Madrid y la Comunidad Valenciana–, pero sí lo fueron en otros países de la cuenca mediterránea. De igual manera, este año podríamos recibir algún que otro enviste del frío y las borrascas, pero en principio se prevé un verano relativamente normal en la Península y caluroso en Canarias.