Adiós, nieve: los ríos se llenan por el deshielo que deja el ascenso de los termómetros

  • El paso de la Dana ha dado lugar a fuertes lluvias y nevadas copiosas en las sierras del norte

  • El agua descargada por las nubes, sumada a la que desciende por el derretimiento de la nieve, está saturando varios ríos

  • El Ebro y múltiples afluentes son los que más caudal han sumado

En cuestión de pocos días España ha pasado de los días primaverales de la semana pasada a las nevadas y las lluvias generosas de estos días, que parecen llegar para facilitarnos el #quédateencasa. Pero tras la tempestad invernal que ha golpeado nuestra geografía desde el domingo ahora los cielos se despejan y los termómetros suman grados generosamente. El resultado: ríos y embalses saturados por el deshielo y las precipitaciones.

Nieve y lluvias por la Dana

De la noche a la mañana, hemos pasado de ver nevar a recordar que estamos en marzo y casi en primavera, que arranca el viernes. Esto, con una capa de hasta 30 cm de nieve en nuestras montañas y alrededores, implica una cosa: derretimiento y agua para los cauces de los ríos.

A ello hay que sumar además que una Dana (depresión aislada en niveles altos) ha dado lugar a lluvias intensas en buena parte del país ayudada además por el viento de levante que ha estado aportando humedad en las provincias próximas al Mediterráneo, donde todavía caen algunas gotas.

Ríos y embalses saturados

Sin ir más lejos, el lunes se batieron récords de precipitación máxima en 24 horas en un mes de marzo en puntos de Guadalajara, Logroño, Salamanca, Teruel y Zaragoza, y el martes en Cádiz a medida que la Dana pasó a trasladar la inestabilidad al sur -por allí sigue lloviendo y arrecia el viento-.

Como resultado, el Ebro y varios afluentes como el Algars, Matarraña o el Bergantes han sumado mucha agua a su caudal en poco tiempo, poniendo en riesgo a varias localidades en el entorno de su cuenca.

Por lo que pudiera pasar, en algunas zonas el gobierno regional activó el estado de prealerta, como hizo por ejemplo el de Navarra en Castejón. También se han tomado medidas a medida que se llenaban algunos pantanos. El embalse de Pena, en Teruel, abrió sus compuertas para evitar que el agua alcanzase el máximo.