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Una masa de aire muy, muy fría ha robado el verano en Estados Unidos con una caída en picado de las temperaturas de hasta 35 grados en 24 horas. Pero en la costa oeste esta irrupción polar está teniendo un efecto colateral que nada tiene que ver: los vientos de Santa Ana. Estas ráfagas que tienden a generarse durante el otoño intensifican los incendios porque secan el ambiente y extienden las llamas.
Las agencias espaciales vigilan desde la distancia los incendios de California y Oregón. La temperatura, la humedad ambiental o la intensidad y la dirección del viento son factores cruciales en la propagación y la extinción. “El aire frío de Canadá se derramó en la Gran Cuenca y ayudó a desencadenar poderosas tormentas de viento en el noroeste del Pacífico”, ha comentado la Nasa.
En calor en California no tiene precedentes y a nivel local se están batiendo récords de temperatura, y las condiciones de sequía son extremas. En algunos casos, recalca la Nasa, “los incendios se volvieron tan calientes que crearon pirocúmulos ‘nubes de fuego’ que elevaron columnas de humo a varios kilómetros hacia la atmósfera”. Así se veían desde el aire la humareda del bautizado Creek Fire.
"Por lo general, los vientos de Santa Ana, como se les llama en el sur de California, o los vientos de Diablo, en el norte de California, son más comunes de octubre a marzo", aclara Jonathan Erdman, meteorólogo de The Weather Channel.
Esto hace pensar a los expertos que quizá, a pesar de que el fuego ya bate récords, lo peor podría estar por llegar en el otoño, si los vientos de Santa Ana continúan en California.
El pasado domingo se registraron 121 grados Fahrenheit (unos 49ºC) en Woodland Hills, un suburbio a unos 32 kilómetros al oeste-noroeste del centro de Los Ángeles. También en otros condados como San Luis Obispo se han igualado y batido récords anteriores, en su caso por lo que localmente conocen por 'vientos de Santa Lucía', debido al calentamiento compresivo.
“Si bien el frente frío podría ayudar a sofocar incendios en algunas partes de las Montañas Rocosas, los pronosticadores esperan que persistan condiciones peligrosas de incendios a lo largo de gran parte de la costa del Pacífico hasta el 9 de septiembre. Se establecieron advertencias de bandera roja para gran parte del oeste de Washington y Oregón y la mayor parte de California y Nevada”, concluye el comunicado de Adam Voiland, escritor cientifico de la Nasa.