Yakei es una hembra macaco de la reserva natural Takasakiyama, situada en la isla de Kyushu, al sur de Japón. Yakei ha protagonizado un hecho insólito en su especie y es que, a sus nueve años de edad, le ha quitado el sitio a Sanchu, el hasta ahora macho alfa del grupo. Yakei se ha convertido en la hembra alfa y ahora es la líder absoluta de una manada que suma un total de 677 macacos.
El hecho de que una hembra se convierta en la líder de un grupo es algo muy inusual en las manadas de mamíferos y, en todo caso, es algo que solo ha ocurrido una vez entre los macacos de la isla de Kyushu, desde que se fundara la reserva natural de Takasakiyama, hace ahora 70 años.
En los primates, este comportamiento se había observado alguna vez entre los bonobos, cuyas hembras suelen presentar un papel muy dominante en los grupos, y entre los lémures, que cuentan también con estructuras muy matriarcales. Pero no se había documentado antes entre los macacos.
La carrera política de Yakei comenzó el pasado mes de abril, cuando golpeó a su propia madre para asumir el liderazgo en el núcleo familiar, lo que suele suponer la cima de poder de las hembras de macaco. Pero los planes de Yakei en este peculiar 'juego de tronos' no se frenaron ahí. El pasado mes de junio desafió a Sanchu, el macho alfa de 31 años que llevaba siendo el líder del grupo los últimos cinco años. Tras una dura batalla, Yakei le derrotó y se convirtió en la primera hembra alfa macaco conocida en esta reserva japonesa desde su fundación.
Los cuidadores de la reserva se sorprendieron al ver el comportamiento de Yakei y el nuevo juego de poderes del grupo de macacos, pero necesitaban realizar un experimento para confirmar si el nuevo liderazgo era sólido. Así, reunieron al grupo de primates y les ofrecieron un suntuoso banquete compuesto por cacahuetes para ver qué miembro era el primero en coger la comida, algo reservado al líder del grupo. En ese momento, Sanchu retrocedió y ofreció el primer bocado a Yakei, que demostró a los cuidadores lo estable y afianzado que está su liderazgo. Al menos, hasta que un nuevo macaco la desafíe.