Absuelven a un acusado de agresión sexual al considerar que la víctima mintió sobre su vestimenta

  • El hombre de 47 años fue acusado de agresión sexual

  • La mujer vivía en su casa en condición de ‘realquilada’

Este jueves la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha absuelto a Antonio F., el hombre de 47 años que fue acusado de agresión sexual. La víctima en cuestión fue una mujer que durante una temporada vivió en su casa en condición de realquilada en Las Palmas de Gran Canaria.

Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSCJ), la única prueba contra el denunciado era el testimonio de la denunciante. La sentencia ha absuelto así por unanimidad de los tres magistrados al acusado de los delitos de abusos sexuales y agresión sexual que le imputaba su antigua inquilina debido a que el Ministerio Fiscal no daba crédito al relato de la mujer, y desde la apertura de juicio oral interesaba el libre sobreseimiento de las actuaciones.

La Sala recuerda lo que puso de relieve la acusación pública durante el juicio: el fiscal aludió a un detalle concreto relacionado con el hecho de si la denunciante tenía o no toda la ropa quitada cuando se produjo la penetración.

"En efecto --expone el tribunal-- la denunciante menciona en su relato ante la Policía que el acusado le bajó fuertemente el pantalón corto y las bragas y la penetró, para luego, en su declaración ante el juez instructor, manifestar que le ladeaba el bóxer que ella llevaba". Para la Sala, es "completamente razonable" que a la hora de rememorar un hecho traumático se pierdan detalles colaterales aunque advierte que ello "no es predicable a lo sustancial, es decir, al momento conectado con la ejecución del acto sexual, máxime cuando es la propia perjudicada la que trata de efectuar un relato bastante descriptivo".

Por este motivo, y junto con el análisis médico al que fue sometida la mujer tras denunciar la supuesta agresión lo único que acreditó fue que había mantenido una relación sexual, sin objetivar lesiones que permitieran hablar de violencia, por lo que para los magistrados no se cumplen en el caso ninguno de los requisitos jurisprudenciales que exigen la vertebración de un fallo condenatorio: ausencia de incredibilidad subjetiva, verosimilitud del relato y persistencia en la incriminación sin contradicciones sustanciales.