Arrimadas vuelve a abrir la puerta al plan 122 pero no da el sí a Sánchez

  • Le ofrece un eventual acuerdo de legislatura si rompe con Podemos

  • No le ofrece un sí que podría despejar a ERC de la ecuación

  • Sueña Arrimadas con un acuerdo constitucionalista que nadie ve factible

Nada nuevo tras el encuentro de Arrimadas con Sánchez. Y tras el encuentro Sánchez- Casado, menos. El presidente, convencido de llegar a un acuerdo con ERC habla con el resto de partidos ahora, para más que nada guardar las formas y por qué no tener un as en la manga en caso de que ERC decida de nuevo clavar un puñal al PSOE. Ya lo hizo al no aprobar sus cuentas y llevarnos a elecciones. Poco cambia Ciudadanos por el momento con Arrimadas de rostro visible a la espera de ser elegida nueva líder. No apoya a Sánchez con un sí lo que podría sacar a ERC de la ecuación. Pero sigue con la ensoñación de un acuerdo constitucionalista que siempre ha parecido una quimera.

La portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ve aún margen para un acuerdo "constitucionalista" entre PSOE, PP y Ciudadanos mientras el candidato a la investidura, el socialista Pedro Sánchez, no cierre un pacto con ERC que garantice la puesta en marcha del Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos.

En rueda de prensa en el Congreso de los Diputados tras su reunión con Sánchez, Arrimadas ha remarcado que es a Sánchez a quien corresponde abrir la puerta a esta opción y ha advertido de que si decidiese explorarla, al PP le sería muy difícil rechazar esa negociación.

El encuentro con Sánchez ha versado, según ha explicado Arrimadas, en las bases que Ciudadanos le ha presentado para explorar un eventual acuerdo de investidura y legislatura en caso de que Sánchez rompa su preacuerdo con Unidas Podemos.

Esas bases, además de exigir el compromiso de que todos los grandes acuerdos, desde la investidura a los Presupuestos Generales del Estado, incluyen un pacto nacional por la educación, la promesa de no subir impuestos a las clases trabajadoras y una reforma de la ley electoral para imponer un mínimo de porcentaje de votos para entrar en el Congreso de los Diputados.