El independentismo se distancia en la precampaña de Cataluña

  • ERC defiende su mesa de negociación para forzar al Gobierno de España

  • Vox no quiere juntarse con PP y Ciudadanos en las elecciones

Sin miramientos. Recado directo del vicepresident al president, de Esquerra a Junts Per Cat. "Que la independencia de Cataluña no se consigue paralizando", sino avanzando, apunta Pere Aragonès, forzando al Estado negociando, que la independencia no la hace quien grita más alto. Distancia que se aprecia en un acto en el que han coincidido, una inauguración de metro.

"Es absolutamente imprescindible que el Estado cumpla con las deudas, la larga lista de deudas que tiene pendiente": así prepara Torra la reunión con Pedro Sánchez del jueves, que la oposición le afea.

Aunque ahora se centran más en la posibilidad de ir juntos en Cataluña, País Vasco y Galicia. "Es una solución que es 100% ADN Ciudadanos y esperamos que inicie su camino", explica Carlos Carrizosa. Pero el PP, recuerda, ya la propuso Casado para no perder más escaños. Y, en boca de Jaime de Olano, vicesecretario de Participación, se muestran dispuestos incluso donde ganarían ellos solos, como en Galicia, eso sí, sumándolos al PP.

Vox, crecido, inaugurando nueva sede en Barcelona, prefiere ir por su cuenta: "No queremos estar al lado de quienes a la primera de cambio les tiemblan las piernas. No son de fiar". Que solo ellos, se jacta Javier Ortega Smith, van a hacer frente a los independentistas. Una visión de España como propiedad, entiende el PSOE, y que esconden reivindicando la libertad. "La, en singular, la suya", puntualiza la vicepresidenta, Carmen Calvo. Que no han inventado nada nuevo.