Tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado ha tenido lugar una imagen que dice mucho de lo mal que están las cosas entre el Gobierno y Ciudadanos. El Ejecutivo celebra con entusiasmo la aprobación de los presupuestos con abrazos, aplausos y mucha alegría, pero cuando el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, vuelve a su escaño no tiene el saludo de Albert Rivera. Ninguno hace nada. Y eso que Ciudadanos ha apoyado las Cuentas del Estado.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha sido preguntado en la rueda de prensa posterior al pleno sobre esta situación y sobre si "comienza la auténtica batalla electoral". "Espero que no", ha dicho, "no me puedo creer que ese acontencimiento se haya producido y si se ha producido es sin que tenga nada que ver con la voluntad ni de unos ni de otros".