Triste, abatida, pero sincera: El rostro de Díaz se humaniza tras el batacazo y es débil en su cruzada antiVox

Informativos Telecinco 10/12/2018 14:33

Nunca habíamos visto a una Díaz tan triste y abatida como la que salió a valorar los resultados de los comicios. Unas elecciones en la que obtuvo 33 escaños, frente a los 47 de 2015 y en las que la derecha tiene mayoría absoluta gracias a los 26 del PP, el auge de Ciudadanos con 21 y la gran sorpresa de la ultraderecha de VOX con 12.

Pero uno de los momentos más comentados de esa noche fue el rostro de Susana Díaz. Además de triste y abatida, Susana Díaz se mostró serena, aceptando la realidad. “Su rostro y el resto de su cuerpo no mentían. Tenía la expresión más natural y sincera que le he visto nunca. Estaba siendo coherente con sus sentimientos. No pudo o no quiso ocultarlos”, asegura Raquel López Vergara, directora del grupo Crece.

Poca energía contra Vox

“No hay elementos no verbales que indiquen contraposición con el mensaje verbal, pero sí que la energía que pretendía transmitir, por ejemplo en el discurso de ir contra la extrema derecha, iba sin fuerza y sin expresividad en la cara, solo explicable por su abatimiento. Es difícil sacar energía y fuerza y expresividad cuando una persona está triste”, señala la experta en comunicación no verbal.

Para Díaz estas elecciones tienen más trascendencia que cualquier otra argumenta López Vergara: “Estas conllevan más implicaciones y ya tuvo una derrota ante Pedro Sánchez. En una situación así tienes que transmitir entereza y ella la mantuvo, pero la fuerza que intentó transmitir no llegó desde lo no verbal”. Quiso convertir su batalla contra la extrema derecha en su próximo reto, pero no parece que acabe de creérselo.

Desde el aspecto de la comunicación no verbal –añade la experta- "sí expresó sin justificarse y de manera directa el mal resultado; en eso sí hubo coherencia entre lo verbal y no verbal".

Lo cierto es que, en general, los políticos españoles no hacen un buen uso de la comunicación no verbal, fundamental para quienes transmitir un mensaje, concluye López Vergara: “Usan gestos muy estereotipados que se nota que están aprendidos sin más y no interiorizados”.

"Cuando estoy mal se me nota", confesaba la lideresa en 'El Programa de Ana Rosa' . "Aunque esa noche habíamos ganado las elecciones era muy triste porque se habían quedado 400.000 personas en su casa sin ir a votar y eso siempre es una mala noticia", contaba la Presidenta de la Junta de Andalucía. Se puede decir que, al menos esta vez, dijo la verdad.

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