Así ha cambiado el volcán en 24 horas: preparados para un terremoto de más intensidad

El volcán está más sereno, pero sigue en su apogeo tras la rotura del cono principal. No es el momento de más sismicidad, pero sí de más flujo de lava que sale hacia la zona oeste ladera abajo. Una columna de piroclastos se eleva sobre el cono. Hoy el cráter es semicircular. Hasta las 8 se habían producido menos seísmos pero de mayor intensidad. Deben estar preparados para el terremoto de intensidad 6. Mantener la calma es clave.

El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, ha destacado este martes que las elevadas emisiones de dióxido de azufre que se están registrando, más de 40.800 toneladas diarias en el último registro, indican que el fin de la emergencia volcánica en La Palma no está cercano. "Hay erupción para un tiempo medio largo", ha explicado. Se mantiene el proceso de configuración cambiante del cono. La lava sigue circulando por las coladas previas, tanto en superficie como a través de tubos lávicos.

El talud es estable. Hasta el momento lo datos del volcán son lo siguientes: 452 personas están albergadas en dos hoteles de la isla, una menos que ayer. 38 dependientes están atendidos en centros sociosanitarios, ocho menos que en el anterior balance. La sismicidad este lunes alcanzó un máximo de magnitud 4,2, localizado a 36 kilómetros de profundidad. La lava ha cubierto ya 879,69 hectáreas, 27,42 más que el último día, fundamentalmente por relleno de isletas. No solo eso. 1.291 edificaciones han sido destruidas por la lava, 4 más que ayer. El 85% eran de uso residencial, según los datos catastrales que se diferencian de los aportados por el sistema Copernicus, que no diferencia las construcciones con la misma precisión. Se mantiene la distancia al mar de la colada 7 en unos 130 metros. La colada 8, que se dirigía a la montaña de La Laguna y llego hasta las instalaciones del colegio de La Laguna ha tomado un rumbo suroeste y podría unirse a la colada 7.

Red de sensores para monitorizar la actividad sísmica

Científicos del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona han coordinado los trabajos para convertir un tramo de ocho kilómetros de cable de fibra óptica de La Palma en una red de sensores para monitorizar la actividad sísmica asociada a la erupción del volcán de Cumbre Vieja. Según ha informado el ICM-CSIC, han instalado un interrogador DAS (del inglés Distributed Acoustic Sensing) en el cableado de fibra óptica que ya usaba el Observatorio del Roque de los Muchachos (ORM), del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), para conectarse a la Red Académica y de Investigación Española (RedIRIS).

Este instrumento permite monitorizar la actividad sísmica generada por la erupción del volcán Cumbre Vieja, que lleva ya más de un mes activo, transformando uno de los cables de fibra óptica del observatorio, de aproximadamente ocho kilómetros de largo, en una red sísmica de miles de sensores que detectan el movimiento del terreno.

El interrogador ha sido desarrollado por el Grupo de Ingeniería Fotónica de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) y el Instituto de Óptica del CSIC (IO-CSIC). Este instrumento utiliza hilos del cable de fibra no utilizados para transmitir datos (conocidos como fibra oscura) para llevar a cabo las medidas, mientras que los otros hilos se emplean para transmitir las señales sísmicas y distribuirlas rápidamente al Instituto Geográfico Nacional (IGN) y al Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), que son las instituciones que están llevando a cabo el seguimiento de la actividad sísmica en La Palma.

"Los datos adquiridos con este instrumento complementarán los obtenidos por las redes sísmicas de sismógrafos convencionales actualmente en funcionamiento en La Palma", ha explicado el investigador del ICM-CSIC Antonio Villaseñor, que ha coordinado la instalación del interrogador. "Debido al gran número de sensores, uno por cada 10 metros de cable, que proporciona el DAS, será posible llevar a cabo estudios que son difíciles utilizando sismógrafos convencionales, como, por ejemplo, determinar la localización del tremor volcánico y su cambio en el tiempo", ha detallado Villaseñor.