Nacho Mühlenberg, sobre cómo rodearte de relaciones influyentes: “Hay que ser generoso pero no pasarte de estúpido”

Un grupo de amigos comparten un momento distendido
Un grupo de amigos comparten un momento distendido. pixabay
Compartir

Si uno echa un vistazo a su agenda, tanto personal como profesional, puede darse cuenta de la situación en la que se encuentra a todos los niveles. Ahí puedes ver cuántos amigos de verdad tienes, cuántos contactos valiosos para tu vida laboral, cuántos conocidos con los que compartir unas vacaciones y cuánta gente que poco o nada aporta a tu vida. Con el paso de los años, aprender a filtrar bien tus núcleos de influencia es poco menos que un arte que te va a ayudar a disfrutar más y a maximizar tu tiempo en todos los ámbitos. 

Nacho Mühlenberg, periodista, empresario y conferenciante, te explica en ‘Núcleos de influencia’ (Conecta) cómo hacer ese filtro y cómo buscar a tu alrededor contactos, relaciones, interesantes y productivas. No es una tarea fácil, pero sin duda es productiva.

PUEDE INTERESARTE
Nacho Muhlenberg

Parafraseando aquella publicidad… ¿El conocimiento sin relaciones no sirve de nada?

Es una buena pregunta, pero no sé hasta qué punto es una afirmación cierta. Lo que sí sé es que si tienes conocimiento y relaciones, las opciones y las puertas que se abren se multiplican. Eso es una realidad. No es que el conocimiento sin relaciones no sirva para nada, pero maximizas tus opciones cuando más gente te conoce y tienes una red de contactos o un altavoz que expande tu conocimiento. No es blanco o negro, pero si sumas relaciones, multiplicas oportunidades. Te va a ir mejor en la vida, no solo a nivel financiero o de negocios, cuantas más relaciones tengas o cuanto más amplíes tu círculo de amistades o conocidos.

PUEDE INTERESARTE

Para mí no es una cuestión de cantidad, sino de calidad, especialmente a nuestra edad, pasados los 40. Los círculos que construyamos deben ser más estratégicos y de mayor calidad. Cuando éramos jóvenes, teníamos un grupo de amigos del colegio, pero hoy eso ya no nos vale. Prefiero menos personas, pero de mayor calidad, con las que compartir intereses, visión de la vida e inquietudes similares. No tiene que ser que pensemos igual, pero sí que haya una conexión en nuestros intereses. Con los amigos del colegio, algunos siguieron caminos diferentes, y no sé hasta qué punto suman a mis objetivos. 

PUEDE INTERESARTE

Cuando éramos jóvenes, teníamos un grupo de amigos del colegio, pero hoy eso ya no nos vale. Prefiero menos personas, pero de mayor calidad, con las que compartir intereses, visión de la vida e inquietudes similares

Pixabay

Cuando somos jóvenes las relaciones son más románticas porque la vida te lleva a ellas por casualidad, como el colegio o el barrio. Pero, con el tiempo, ¿tienes que optimizar esas relaciones?

Se trata de construir relaciones más estratégicas, entendidas como hacia dónde quiero ir, qué quiero en la vida y quiénes son las personas que me van a ayudar a conseguir esos objetivos. También cómo yo puedo ayudar a esas personas. Creo mucho en la sinergia de compartir conocimiento y recursos. Cuando hablo de relaciones estratégicas, me refiero a preguntar: "Luis, ¿qué necesitas? ¿Cómo te puedo ayudar con mis contactos, recursos o experiencia?" Y a partir de ahí, darnos cuenta de que somos personas interesadas, y el interés no está reñido con la honestidad o la transparencia. Es un interés mutuo y genuino.

El interés no tiene por qué ser malo.

Claro que no. De hecho, el libro empieza con la frase: "Las relaciones adultas funcionan y se mueven por puro interés". Yo tengo pareja por interés, y ella también tiene interés en mí. La estrategia es cómo voy a conseguir ciertos objetivos, y para eso necesito ciertos recursos y personas que me sirvan de palanca. Cuando aceptas palabras como interés, estrategia y valor operativo, te das cuenta de que es normal y dotan a las relaciones de más honestidad. Es honesto, transparente y sin engaños.

¿Uno se da cuenta de esto a cierta edad aunque lo haya hecho inconscientemente desde pequeño?

Absolutamente. Lo que pasa es que mucha gente piensa que necesita más formación o busca respuestas en el círculo de siempre. A veces, ampliando la mirada y abriéndote a un círculo nuevo, ahorras tiempo, dinero y energía en conseguir tus objetivos. Muchas cosas las hacemos de forma natural, pero a muchas personas les falta esa mentalidad estratégica al construir relaciones, y es totalmente lícito.

Ampliando la mirada y abriéndote a un círculo nuevo, ahorras tiempo, dinero y energía en conseguir tus objetivos

Pixabay

¿La experiencia también es un grado para construir relaciones? Se puede ver de dos maneras: tengo más experiencia, más conocimiento, he vivido más, y eso me da más capacidad para hacer relaciones; o puedes verlo como que, a lo largo de la vida, has tenido decepciones en todos los ámbitos, y eso te puede retraer a la hora de abrir nuevos círculos.

Desde luego, pero eso también puede ser una espiral peligrosa que te lleve a quedarte solo. Hay estudios que demuestran que las relaciones son el motor de la felicidad. La vida es así: a veces te decepcionas, pero no puedes quedarte en el pasado. Si estás feliz así, está bien, pero yo estoy abierto a conocer gente nueva. A los 40 o los 50, las relaciones que construyo son más fuertes que las de antes. Mucha gente piensa que los amigos del colegio o la universidad son los únicos, pero también puedes fomentar relaciones ahora que sean tan fuertes como las de antes. La experiencia te da claridad para saber qué quieres y qué no, cómo tolerar ciertas cosas y cuándo una relación está equilibrada.

Un grupo de amigos, de espaldas

En esta época de inteligencia artificial, ¿cómo crees que puede afectar a las relaciones? Uno puede pensar que con IA, un ordenador y una conexión a Internet ya lo tiene todo, que no necesita a nadie más.

Sí, en estos tiempos mucha gente dice que la IA y lo digital están haciendo que trabajemos más desde casa, solos. Pero al mismo tiempo, las relaciones personales van a tener más sentido porque el cerebro humano está diseñado para socializar. Esto es lo que nos hace progresar. En estos tiempos, fortalecer ciertos vínculos es todavía más importante. Lo noto en mis clientes. He montado un club de negocios y relaciones precisamente porque la gente está harta de lo digital. Necesitan tomarse un café, una cena, darse un abrazo, verse. Las relaciones personales en el mundo que viene van a ser de más valor.

Quizá el hecho de tener acceso a todo tú solo hace que sea más necesario o potente cuando sí tienes relaciones reales.

Exacto. Hay un lugar donde el factor humano sigue siendo el rey. La IA no puede replicar la conexión emocional entre dos personas. No puede reemplazar la confianza real, la presencialidad, la empatía, el abrazo. Algo tan básico y humano como eso va a tener más peso en el mundo al que vamos.

¿Cómo ayudarías a construir un buen círculo de relaciones? ¿Me puedes dar algunas claves para que alguien de 50 años pueda tener un buen círculo de relaciones, tanto personal como laboral?

Lo primero es utilizar una mentalidad estratégica. Tomar decisiones en función de dónde estás, los recursos que tienes y hacia dónde quieres ir. A partir de ahí, es bueno ser un conector de alto nivel. Presenta a dos personas de tu red que puedan beneficiarse mutuamente cada semana. Segundo, estar en entornos adecuados y pagar por proximidad si es necesario. La proximidad es poder. Tercero, trabajar tu marca personal, visibilidad y autoridad. Si no te ven, no existes. Trabajar conscientemente tu mensaje y propuesta de valor hará que las oportunidades te lleguen y conectes con las personas adecuadas.

Entonces, ¿no tienes duda de que, a cualquier edad, puedes generar núcleos de relaciones de cero que sean constructivos y potentes?

Sin ninguna duda. El Nacho de ahora no tiene nada que ver con el de hace cinco años. Mis intereses, mi momento vital, todo ha cambiado. Nunca es tarde para construir un círculo nuevo. La vida es cambio, y tenemos que adaptarnos. Hay estudios que demuestran que, a medida que pasan los años, la soledad aumenta, pero tener buenos vínculos te garantiza vivir más años, tener mejor salud y estar más feliz.

Tener buenos vínculos te garantiza vivir más años, tener mejor salud y estar más feliz

Pixabay

¿Crees en las relaciones espontáneas o siempre hay algo detrás?

Sí, creo en la espontaneidad. Me ha pasado muchas veces. Por ejemplo, el sábado fuimos a cenar con mi pareja y había una chica sola en la barra. Le dimos una mano en un montón de cosas y no intercambiamos ni los teléfonos. Fue genuino, auténtico y espontáneo. No siempre hay un interés detrás, pero sí un interés de ayudar y sentirme bien.

También hay que poner el punto de importancia en la generosidad a la hora de crear estos núcleos de influencia. Si no estás dispuesto a ofrecer nada, vas mal.

Totalmente. La generosidad es un motor increíble para que te pasen cosas buenas y para abrir oportunidades. Es el pilar fundamental del éxito y la abundancia en la vida. Una generosidad equilibrada, sin pasarse de estúpido, pero siendo generoso, te va mejor en la vida.

Si una relación no está equilibrada, ¿puede fluir o está destinada al fracaso?

Para mí, está destinada al fracaso. La vida tiende al equilibrio, y las relaciones también. Si una persona está exprimiendo a la otra, llegará un momento en que la relación se romperá. Es de lógica pura.

Para alguien de 50 años con cientos de contactos, ¿cómo puede aprender a filtrarlos y quedarse con los que realmente le suman?

Hay que hacer un ejercicio de introspección. Pregúntate cómo te sientes con esa persona, si la relación está compensada, si te ayuda a cumplir tus objetivos. Calibrar si lo que estás haciendo está en cierta medida compensado y si te acerca a tus objetivos. Al final, se trata de disfrutar de compartir con gente que te suma.

Si te das cuenta de que una relación es tóxica, ¿cómo la zanjas?

Hay varios casos. Si sientes que das más de lo que recibes, si la relación te drena emocionalmente, si hay manipulación o chantaje emocional, si no respetan tus límites, son señales de alerta. Para manejar estas situaciones, primero hay que hablar directamente y poner límites claros. A veces, reducir el contacto con esa persona es necesario. No se puede hacer un reset con todo, pero hay que ser sincero y hablar las cosas abiertamente.

No se puede hacer un reset con las relaciones, pero hay que ser sincero y hablar las cosas abiertamente

Pixabay

¿Te gustaría llegar a los 50 con 200 contactos o con 20?

Si son 200 de calidad, con 200. Si son 200 que no me sirven para nada y 20 de calidad, prefiero los 20. Puedes tener 200 contactos de calidad, pero no vas a tener 200 vínculos estrechos con todos. Es más importante la calidad que la cantidad.

La aprobación social, ¿es un hándicap para generar núcleos de influencia?

En algunos aspectos, sí. Hay gente mayor que te ve con menos experiencia y te tacha, pero se están perdiendo oportunidades. Muchas relaciones no van de la edad, sino de la experiencia y cómo se complementan. Si buscas aprobación social en diferentes áreas, te estás limitando. Es mejor construir relaciones sin preocuparte tanto por la aprobación.

En el libro recomiendas hacer "nudismo", es decir, ser transparente y compartir tanto lo bueno como lo malo. ¿Cómo funciona esa práctica?

A mí me ha servido mucho. Compartir abiertamente lo que me ha funcionado y lo que no, dónde me he equivocado y por qué, ha hecho que gane la confianza de la gente. Estamos en una crisis de confianza muy grande, y mostrar ese lado humano hace que conectes más con las personas. No digo que todo el mundo tenga que hacerlo, pero a mí me ha servido en diferentes áreas: económica, profesional y emocional.

¿No te hace más vulnerable?

Sí, hay gente que me dice que no lo haga, pero también hay que saber filtrar qué compartes, con quién y de qué manera. La estrategia no está reñida con la honestidad. Hay que mostrar lo que es genuino y concuerda con tus valores.

En el libro también hablas de los "favores de vida".

Son una moneda invisible que te permite construir relaciones a largo plazo. Es dar y ayudar generosamente, pero también estratégicamente. Un favor bien hecho puede convertirse en una moneda que te ayude en el futuro. Es una inversión en capital social. Cuando te conviertes en una persona de alto valor para otros, las posibilidades de que te vaya bien en la vida aumentan.