El síndrome del impostor en la pareja: “Creía que nadie me amaría por mí mismo”

Según el International Journal of Behavioral Science, más del 70% de personas han padecido el síndrome del impostor
Cristian, de 51 años, se está tratando porque constantemente le invadían pensamientos negativos sobre su valor personal
Mercedes Martín, psicóloga: “Muchas veces ni la propia persona ni su pareja comprende a qué se deben las inseguridades y miedos”
Un impostor es alguien que finge o engaña y así es como se sienten personas que no se consideran lo suficientemente buenas y temen que otros los descubran. El síndrome del impostor se caracteriza por baja autoestima y falta de confianza en uno mismo tanto en el ámbito laboral como en las relaciones de pareja, algo que vivió el protagonista de nuestra próxima historia.
Tom Hanks declaró que él también llegó a dudar de sus capacidades profesionales y temió que algún día todo lo bueno que estaba viviendo terminase. La polifacética Lady Gaga también es otra de las artistas que aseguró que llegar a sentirse como una perdedora en su juventud y que a diario debe autoconvencerse de su mérito.
MÁS
Este tipo de pensamientos o el síndrome del impostor, según el International Journal of Behavioral Science, lo sufren millones de persona en todo el mundo en algún momento de sus vidas, en concreto, gracias al estudio han señalado por encima de un 70%.
El término ‘síndrome del impostor’ fue incorporado al diccionario de la psicología fue nombrado por dos psicólogas clínicas, Pauline R. Clance y Suzanne A. Imes, en el año 1978, cuando publicaron el artículo ‘The imposter phenomenon in high achieving women: Dynamics and therapeutic intervention’ (El fenómeno del impostor en mujeres con gran éxito: dinámica e intervención terapéutica).
Ambas profesionales lo experimentaron y, también, percibieron que algunas de sus alumnas se denominaban “impostoras” pese a lo bien que les iba académicamente hablando. Tras ello, llevaron a cabo una investigación con varias mujeres de diferentes profesiones.
Luchar contra los demonios
Cristian, 51 años, se sentía un impostor en su relación de pareja pese a ser sana y sentía un fuerte cansancio mental por intentar dar a cada momento más de sí y que su pareja no lo abandonase. “Yo sentía que mi pareja era mejor que yo, maravilloso, y yo no era lo suficientemente bueno, que tenía muchísimos defectos y que en algún momento se iría con alguien mejor que yo”, confiesa.
Sus pensamientos le jugaban malas pasadas. “Tenía una sobrecarga mental brutal y eso que mi novio me decía que me amaba y era el hombre de su vida y me lo demostraba a diario. Mi mente podía conmigo y sufría mucho. Todo el rato dudaba de lo que podía hacer y de lo que era y pensaba que estaba haciendo algo mal”, admite.
Su pareja le pidió que buscase ayuda profesional por miedo a que todo lo que sentía Óscar desgastase su relación. “Sigo yendo a una terapeuta y me está ayudando mucho a confiar en mí y en mi valía personal, fortalecer mi autoestima, sanar lo que me hace daño...”, dice.
¿Cómo saber que me está pasando a mí?
Sobre los indicativos que te pueden hacer sospechar si tienes el síndrome del impostor respecto a la relación de pareja, Mercedes Martín Fernández, psicóloga, sexóloga y terapeuta de parejas, identifica varios puntos:
- Pensamientos y/o emociones relacionadas con la falta de sensación de logro o de mérito por obtener algo valioso. Además, suele ir acompañado de un miedo repetitivo a que otras personas descubran que no se lo merecen y por lo tanto que vean que es un fraude.
- Inseguridades con respecto a la forma de relacionarse con la pareja, por ejemplo, si es suficiente o hace feliz a la pareja. También pueden surgir dudas sobre los motivos por los que la pareja le ha elegido y en algunos casos puede estar vinculado a la experimentación de celos o ansiedad en caso de que observen que la pareja no está bien o está más distanciada.
Para la psicóloga, la infelicidad de la pareja, el distanciamiento emocional o los conflictos son interpretados por quien experimenta el síndrome como una señal de que su pareja ha identificado que es un impostor.
Como añade, el mantenimiento a largo plazo del síndrome del impostor puede generar malestar en la propia persona y frecuentes disputas en la relación: “Se debe a que muchas veces ni la propia persona ni su pareja comprende a qué se deben las inseguridades y miedos, ni de qué manera pueden reducirlos o afrontarlos”, aclara.
Además, a la hora de afrontar en pareja los conflictos, destaca, que también son importantes las habilidades de resolución de conflictos que posea la pareja. “De no saber resolver los conflictos de manera adecuada, la relación de pareja puede debilitarse, generando que uno o ambos miembros de la pareja decidan romper”, concluye.
Enfrentar y resolver los conflictos
Marta Romero, psicóloga general sanitaria, experta en trauma y terapeuta de parejas, indica que antes de proceder con un diagnóstico opta por investigar qué hay detrás de la inseguridad o los temores. “Tras la creencia hay una parte de la persona que seguramente quiera proteger. En los acompañamientos individuales podemos ver qué función tiene esa parte e incluso ponerle un nombre para trabajar desde la compasión con ella”, explica.
Por su parte, recuerda las palabras de R. C. Schwartz, terapeuta familiar sistémico, quien decía: “Todos nacemos con muchas submentes o partes. Estas partes no son imaginarias o simbólicas. Son individuos que existen como una familia interna dentro de nosotros, y la clave de la salud y la felicidad es honrar, comprender y amar cada parte”.
Atendiendo a la anterior, la profesional considera necesario:
- Explorar la historia vital del paciente para poder entender cuándo y porqué se creó esa parte y porqué lleva a creer que es necesaria para sostener la relación de pareja.
- ¿Qué se te activa cuando te encuentras delante de tu pareja?: Es importante recordar que la relación es cosa de dos y ninguna relación será igual ni se te activarán las mismas partes internas.
- Tener presente el sistema de creencia: Si me digo que “nadie me amará por mí mismo” es necesario con amabilidad y respeto ver y acercarme a esa creencia para poder escuchar qué me quiere decir.
La pareja en la mitad de la vida tiene que afrontar ciertas tensiones y enfrentamientos que pondrán a prueba su compromiso. Encontramos dos tiempos de conflictos:
- Los conflictos internos: Pensar que la elección de la pareja no fue la más adecuada y fue un error, descubrir que el matrimonio no es lo que se esperaba y la necesidad de saber cómo hacer frente a la rutina y la monotonía de la vida.
- Los conflictos externos: Tales como terceras personas u otros estilos de vida externos a nosotros que nos atraigan y que nos hagan dudar de nuestra relación.
Romero recomienda realizar un proceso de terapia si lo que ocurre en la pareja en ese momento no puede resolverse por ellos. “Ese proceso puede acompañarlos para trabajar el compromiso de la pareja, disminuir las interacciones negativas y disfuncionales, conectar con las necesidades emocionales... La mayor terapia de pareja es estar en pareja”, expresa la psicóloga.