Viagra y Cialis: los siete errores más comunes que cometen los hombres por vergüenza o desinformación
Tomarlos tras haber consumido alcohol o usar una dosis incorrecta son 2 de los errores más comunes, pero hay más
Es recomendable perder la vergüenza ante el médico ya que puede ser peligroso su consumo sin supervisión
"Quiero empezar a tomar Viagra": cinco pasos para volver a disfrutar
Desde su lanzamiento en 1998, el Viagra (sildenafilo) se ha convertido en uno de los medicamentos más populares del mundo debido a su impacto cultural y médico, y a que cambió la vida sexual de millones de hombres, especialmente mayores de 50.
Hasta su salida al mercado, las opciones de la mayoría de los hombres con disfunción eréctil para tener una relación sexual plena se limitaban prácticamente a inyecciones o bombas de vacío, así que la pastillita azul (y su alternativa más popular, el Cialis, cuyo principio activo es el tadalafilo) se convirtieron en una opción cómoda, eficaz y confiable al ser administrados bajo prescripción médica.
Pero si bien en Estados Unidos y Europa siguen siendo los medicamentos más recetados en salud sexual masculina, la vergüenza o la desinformación lleva a muchos hombres a comprar productos falsificados en internet, a auto medicarse sin diagnóstico (con los consecuentes problemas cardíacos que podrían asumir) o a abusar de los fármacos por diversión sin necesidad médica.
La clave para usarlos correctamente es no sobrepasar la dosis y tener paciencia, ya que no funcionan al momento
El farmacéutico y experto en salud Felipe Martín, explica a Uppers que “ambos son medicamentos que se adquieren únicamente bajo prescripción médica” y que la clave para usarlos correctamente es “no sobrepasar la dosis y tener paciencia, ya que no funcionan al momento”.
El especialista explica que existen opciones naturales en el mercado para los que no se necesita receta médica, “como son Maca Negra + taurina, que potencia el rendimiento físico y sexual y podría tener un efecto similar al de los medicamentos”, desvela y que evitaría las imprudencias que a menudo se cometen cuando se opta por este tipo de medicamentos como el Viagra y sus alternativas.
Los 7 errores más frecuentes
Muchos hombres mayores de 50 que comienzan a tomar Viagra (sildenafilo) o Cialis (tadafilo) cometen errores comunes (en parte por vergüenza o miedo al estigma social aunque también por falta de información) que reducen la eficacia de los medicamentos o causan efectos secundarios innecesarios. Estos son los 7 más comunes:
- Tomarlos sin consultar al médico: muchos hombres que sufren problemas de erección compran los medicamentos por su cuenta, por vergüenza o pudor, sin revisar si son seguros para su salud o incompatibles por su presión arterial o sus problemas cardiovasculares.
- Esperar un efecto inmediato y automático: Viagra y Cialis no provocan una erección sin estimulación sexual y no funcionan al instante. Algunos hombres se frustran porque creen que “funcionarán solos” y pierden confianza.
- Tomarlos justo después de comer comidas pesadas o con alcohol: el Viagra sobre todo, pierde eficacia si se toma tras una comida rica en grasa o se combina con alcohol. Esto retrasa o disminuye su efecto.
- Usar la dosis incorrecta (demasiada o muy poca): el miedo a los efectos secundarios lleva a muchos hombres a tomar dosis muy bajas que no hacen efecto, mientras que otros se exceden esperando resultados “milagrosos”.
- Dejar de lado causas psicológicas o emocionales: a veces, la disfunción eréctil está ligada a causas emocionales como estrés, ansiedad o relaciones de pareja complicadas. Los medicamentos ayudan pero no solucionar los aspectos psicológicos lleva a abusar de ellos y a una posible dependencia.
- No dar tiempo suficiente para que haga efecto: según indican los prospectos, Viagra suele tardar en 30 y 60 minutos, mientras que Cialis puede tardar hasta 2 horas. Muchos hombres se impacientan y cometen el error de tomar más dosis de la necesaria sin dejar que actúe correctamente.
- Sentir vergüenza ante la pareja y ocultarlo: ocultarlo a la pareja puede generar incomodidad y presión que dificultarán la relación.
