CALOR E IMSOMNIO

Los trucos (no obvios) de un neumólogo para dormir mejor en las noches de calor

El experto recomienda usar ropa de cama y pijamas transpirables. Imagen de archivo
El experto recomienda usar ropa de cama y pijamas transpirables. Imagen de archivoPEXELS
  • Son muchos los factores que influyen en la calidad del sueño, y el calor es, sin duda, uno de los más decisivos durante las noches de verano

  • El neumólogo Carlos Egea ofrece las claves para conseguir dormir pese a las altas temperaturas, más allá de poner el aire acondicionado

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Ya ha llegado ese momento del verano en el que muchas noches no bajan de los 25 grados. Para dar un paseo tranquilo o cenar en una terraza con amigos, perfecto. El problema aparece cuando llega la hora de dormir: da igual cómo te pongas, el calor no da tregua. Y si encima estás en la mediana edad, cuando los cambios hormonales en hombres y mujeres aumentan los despertares nocturnos y la sudoración, y descontrolan la producción de melatonina, dormir se convierte en una misión imposible.

Pero no todo está perdido, en este artículo te damos los consejos de un neumólogo para hacer frente a las noches tórridas del verano y mejorar la calidad del descanso, cómo la temperatura a la que debemos poner el aire acondicionado para que no sea perjudicial o cómo hidratarnos para que el exceso de agua en el cuerpo no juegue en nuestra contra.

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No es sólo el calor

Tal y como explica el jefe de la Unidad del Sueño en Quirónsalud Vitoria, Carlos Egea, las altas temperaturas nocturnas alteran los ritmos circadianos, dificultan la fase profunda del sueño y aumentan los despertares, lo que “repercute al día siguiente en el estado de ánimo, pudiendo estar más irritables, más cansados y con mucha menos capacidad de concentración”.

En esto tampoco ayudan los cambios de hábitos que realizamos durante esta época del año, como las fiestas o la alteración de los horarios de las comidas y el descanso, que también afectan mucho a la calidad del sueño. Y si, encima, una persona sufre insomnio crónico, ronca en exceso o tiene problemas para quedarse dormido, el verano puede acentuar estos síntomas y hacer que se vaya a la cama predispuesta a pasar la noche en vela.

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Por todo ello es clave, según el doctor, “mantener cierta regularidad en los hábitos” y aplicar una serie de estrategias que veremos a continuación “para que el calor no se convierta en un enemigo de la salud", ha resaltado.

Las claves de un neumólogo

  • Refrescar el cuerpo antes de ir a la cama con una ducha templada o aplicando agua fría en muñecas y tobillos. Esto ayuda a activar mecanismos naturales de disipación del calor.
  • Mantener la habitación entre los 19 y los 21 ºC. El cuerpo necesita bajar ligeramente su temperatura interna para inducir el sueño.
  • Ventilar la casa de forma estratégica, manteniendo las persianas bajadas durante el día y abriendo las ventanas por la noche, cuando la temperatura baja en el exterior.
  • Usar ropa de cama y pijamas transpirables. Los tejidos naturales como el algodón o el lino “son la mejor opción”, apunta el experto, mientras que advierte que “las fibras sintéticas no permiten la correcta ventilación y aumentan la sensación de calor”.
  • La alimentación también juega un papel importante porque la digestión eleva la temperatura corporal. La cena debe ser ligera y realizarse mínimo dos horas antes de acostarse.
  • Aunque la hidratación sea fundamental en el verano, Egea precisa que es preferible beber agua a lo largo del día y evitarlo en parte por la noche. "Si bebemos mucha agua antes de dormir, es probable que el sueño se vea interrumpido", ha señalado.