Cinco claves para evitar conflictos familiares durante las vacaciones: "Se acentúan con los cuñados y suegros"
El experto en relación social de la Fundación Casaverde, Julio García Gómez, da cinco consejos para pasar las vacaciones en paz
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Las vacaciones de verano son una gran oportunidad para relajarse y desconectar y, sobre todo, para pasar más tiempo con nuestras familias. Esto, suena muy bien en la teoría pero, en la práctica, la intensidad de esta convivencia, que no es similar a la del resto del año, puede causar numerosas fricciones entre los familiares, tal y como indica a el experto en relación social de la Fundación Casaverde, Julio García Gómez. Y no sólo entre los de mayor apego, como los padres y los hijos, sino también con respecto a otros familiares indirectos, como los suegros o los cuñados, con los que en verano se pasa más tiempo de lo normal.
Para que este periodo de descanso transcurra en paz, el especialista ha construido un breve manual, con el objetivo de "evitar la guerra que puede surgir cuando se convive más tiempo del habitual con la familia en los lugares de vacaciones, donde se comparte tiempo y espacio con los miembros más directos, pero también con los suegros y suegras, cuñados y cuñadas, algo habitual cuando hay tendencia a pasar vacaciones en lugares de residencia no habituales y convivir con ellos las jornadas de ocio y descanso". Para ello, García Gómez da cinco consejos que considera "claves" para la buena convivencia estival:
"Hoy por ti, mañana por mi"
Según su experta opinión, es "fundamental que se practique a diario el diálogo constructivo y la comunicación más directa para evitar que, por ejemplo, a la hora de decidir qué hacemos en los días de vacaciones, nos podamos poner de acuerdo amistosamente con el “hoy por ti, mañana por mí”. Es decir, debemos ser proactivos a la hora de decidir el lugar para visitar o para comer o cenar, y si a uno de los miembros de la pareja no le apetece, pues aceptar, y otro día hacer lo que él quiera. Se trata de flexibilizar la relación de mutuo acuerdo con la mejor disposición y sonrisa que podamos esbozar.
“Plan de Comunicación de Verano” (PCV)
El experto de la Fundación Casaverde recomienda que los hijos a e hijas se sometan, junto a sus padres, a un “Plan de Comunicación de Verano” (PCV) para potenciar la comunicación y el diálogo personal en los encuentros familiares diarios, como el desayuno, la comida y cena que compartan el tiempo de playa, sol y juegos, delimitando al mínimo tiempo las pantallas y el móvil.
Los abuelos, los mejores consejeros
Los abuelos y abuelas son un excelente nexo para propiciar la mejor conexión en el tiempo vacacional. Con ellos se pueden compartir charlas de vida y experiencias desarrolladas, que pueden enriquecer a unos y a otros. "Es una terapia afectiva/efectiva, en especial para los mayores, que puedan contarnos a través de fotografías de su vida, qué momentos recuerdan con mayor emotividad, qué situaciones vivieron con agrado y qué cosas recomiendan a las nuevas generaciones. Ellos nos darán un buen elemento de fusión para disfrutar los mejores momentos del verano y podrán ser los mejores asesores de situaciones que no sabemos abordar y que ellos han tenido como experiencia vital", apunta García Gómez.
Evitar enfrentamientos con suegros y cuñados
Igualmente, el especialista en relaciones sociales señala que "es necesario propiciar de manera especial la comunicación con el resto de las personas del núcleo, como el padre o madre de nuestra pareja o sus hermanos. "Nuestra política de comunicación deber ser abierta en todo momento con cuñados y cuñadas, nunca dejarlos al margen de conversaciones y diálogos, y si algo no nos gusta, busquemos el mejor camino para llegar a un acuerdo, no discutir o al menos hacerlo levemente con la idea de disfrutar lo más posible del tiempo libre y no amargarse las vacaciones. Lo mejor es “un pasito que dure” y evitar el choque", recuerda.
Utilizar frases constructivas y en positivo
Por último, García Gómez aporta una serie de frases en positivo, con las que podemos expresar nuestras emociones de forma constructiva: "Deja que te aconseje sobre a qué hora deberíamos ir a la playa y mañana marcas tú la pauta”, “Me gustaría ir a hacer una excursión para conocer lugares históricos, pero como a ti te gusta menos, otro día elegimos tu lugar de preferencia”, “Vamos a disfrutar el tiempo en común y a sacar el máximo partido a nuestra relación en verano”, “Si dejas el móvil verás que hay vida más allá de las pantallas, disfrutando de cada momento de las vacaciones” o “Podemos afianzar la relación familiar si todos ponemos de nuestra parte y llegamos a un acuerdo para no discutir”, son algunas de ellas.