DORMIR BIEN

Tres hábitos que no hacer antes de irte a dormir (aparte de los obvios)

Consultar el móvil antes de irse a la cama suele agravar el insomnio. GETTY IMAGES
  • A partir de los 50 años, los cambios hormonales, el estilo de vida menos activo y las medicaciones suelen interferir en el descanso

  • La doctora Nuria Roure, especialista en medicina del sueño nos desvela los tres hábitos incompatibles con un sueño reparador

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Dormir bien no es cuestión de suerte ni de cerrar los ojos y contar ovejas. Un descanso reparador depende de múltiples factores, muchos de ellos relacionados con lo que hacemos —y también con lo que dejamos de hacer— a lo largo del día. A menudo no somos conscientes del enorme poder que tenemos para regular nuestro sueño de forma natural pero según la experta en medicina del sueño, Nuria Roure, es fundamental.

Esta profesional, la primera psicóloga en España acreditada como especialista Somnologist por la European Sleep Research Society y miembro de la Sociedad Española de Sueño (SES), ha compartido con los lectores de Uppers su método Roure para tratar el insomnio de raíz y en esta ocasión nos ha desvelado los tres hábitos que solemos hacer más a menudo de lo que deberíamos y que están totalmente prohibidos si lo que queremos es dormir toda la noche del tirón. Se trata de tres grandes enemigos del sueño que, sobre todo a partir de los 50 años, cuando los cambios hormonales, la medicación y el exceso de preocupaciones interfieren más que a otras edades en el descanso.

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Estos hábitos: no, no y no

Los tres hábitos que debemos desterrar para siempre de nuestra rutina antes de meternos en la cama, según esta experta que ha ayudado a miles de personas a dormir bien en las últimas dos décadas son:

  1. Revisar correos o redes sociales (activa el cerebro y genera ansiedad).
  2. Resolver temas pendientes mentales (y pensar frases del tipo: “Mañana se lo digo” o “Esto lo tengo que mirar”…).
  3. Quedarte dormido o dormida en el sofá (fragmenta el sueño y confunde al cerebro).
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Según la experta, el sueño es automático y cuando empezamos a dormir mal “entramos en un bucle de miedo, urgencia y lucha”. “Dormir mal es terrorífico, desesperante”, añade, “y es por eso que nos dejamos llevar por soluciones rápidas (como mirar el móvil, ver una serie o tomar una pastilla para desconectar la mente) aunque sabemos que no ayudan sino que es lo que mantiene el mal dormir e incluso lo empeora”.

Son cosas que hacemos porque el cuerpo busca aliviar la ansiedad de inmediato pero no hacen más que agravar el problema. Es por ello que la solución, según la experta acreditada, pasa por “trabajar desde la conciencia, la calma y el conocimiento”.

Prohibidas las noticias

Conforme cumplimos años, nuestro sueño tiende a volverse más ligero, fragmentado y sensible a los estímulos externos: no es un mito, es ciencia. A partir de los 50, muchas personas notan que conciliar el sueño se vuelve más difícil o que se despiertan varias veces durante la noche sin razón aparente. Los cambios hormonales, la medicación que tomamos para dolencias propias de la edad y el estilo de vida más pasivo son algunas de las causas de este insomnio repentino, que se complica con el uso de pantallas. En este contexto, el uso de móviles, tablets, ordenadores o televisores… cobra un protagonismo silencioso pero crucial. La luz azul que emiten, la sobreestimulación mental que provocan y la alteración de nuestros ritmos biológicos son solo algunas de las razones por las que pueden interferir con un descanso reparador.

Según la doctora Roure, son algunos de los “grandes enemigos del sueño, pero no sólo por la luz que emiten, también por la activación que provocan: si estoy haciendo scroll todo el rato, la mente está activa”, asegura.

La experta incluye en sus prohibiciones leer o ver las noticias por la noche (aunque sea en el periódico en papel o la tele): “No lo recomiendo, porque si una persona es muy sensible y está enterándose de las noticias por la noche, le va a activar. Siempre recomiendo leer las noticias a primera hora de la mañana o a primera hora de la tarde, para estar informado, pero por la noche, sobre todo si eres muy sensible y sientes que las cosas te afectan mucho, anticípate y no las mires”, advierte.