Tener 50 años pero sentirte de 32 como Leonardo DiCaprio: ¿es bueno o malo?

Leonardo DiCaprio
Leonardo Dicaprio tiene una edad emocional de 32 años. GETTY IMAGES
Compartir

Leonardo DiCaprio no es consciente de su edad. Va camino de los 51 pero él se siente mucho más joven. En una entrevista que le ha hecho para 'Esquire' el cineasta Paul Thomas Anderson, a la pregunta de "¿qué edad te echarías si no supieras cuántos años tienes?, el protagonista de 'Titanic' respondía sin titubear que "treinta y dos". Es decir, que DiCaprio solo se siente un poco más mayor que sus conquistas, pues es célebre la leyenda de que solo sale con mujeres que no sobrepasen los 25 años.

Leonardo Dicaprio cumple 50 años: su exitosa carrera, el maleficio de sus novias y muchos memes
Leonardo Dicaprio cumple 50 años: su exitosa carrera, el maleficio de sus novias y muchos memes
PUEDE INTERESARTE

El actor de 'El lobo de Wall Street' también reflexiona sobre lo que significa llegar al medio siglo de vida y la fugacidad de ciertas relaciones: “Implica ser más sincero y arriesgarse a que las cosas se desmoronen, a tener desacuerdos o a separarse de cualquier tipo de relación en la vida, ya sea personal o profesional. Simplemente, ya no quieres perder el tiempo. Tienes que ser mucho más sincero. Es casi una responsabilidad, porque tienes más vida detrás de ti que por delante”.

Que la edad mental no coincida con los años que tenemos es lo que se denomina disforia de edad. Este fenómeno nace del reconocimiento de que la edad no es solo un número, sino una percepción subjetiva de nuestra vitalidad, estado emocional y expectativas vitales. Hay personas a las que les aterra cumplir años porque se ven mayores, y otras que con 70 tienen más entusiasmo y equilibrio que nunca.

PUEDE INTERESARTE

Edad cronológica y edad emocional

En cualquier caso, que la edad cronológica no coincida con la emocional es frecuente. Ocho de cada diez adultos mayores aseguran sentirse más jóvenes de lo que son. Según un estudio realizado por investigadores surcoreanos, las personas de 50 años pueden sentir que tienen unos cinco años menos, es decir, que se perciben un 10% más jóvenes, pero cuando cumplen 70 años podrían sentirse 15 o 20% menores. Y concluía que quienes se sentían más jóvenes habían sufrido un menor deterioro cognitivo relacionado con el envejecimiento. Aunque lo cierto es que no se sabe a ciencia cierta hasta qué punto una cosa es causa o consecuencia de la otra.

Según otro estudio realizado por investigadores de la Universidad de Duke (EEUU) y de Aarhus (Dinamarca), los adultos mayores de 40 años se perciben a sí mismos un 20% más jóvenes de lo que realmente son. De hecho, la diferencia entre la edad cronológica y edad subjetiva comienza a los 25 años, cuando biológicamente empezamos a declinar y se expande a lo largo de los años hasta los 40.

¿Síntoma de inmadurez?

Pero, ¿creerse más joven de lo que uno es no puede ser un síntoma de inmadurez? No necesariamente. Una cosa es la incapacidad para asumir responsabilidades, manejar emociones o adaptarse a las demandas de la vida adulta y otra sentirse más joven de lo que uno es, que está más vinculado a la percepción subjetiva y al bienestar psicológico.

La psicóloga Laura Esteban, profesora del Máster de Neuropsicología de la Universidad Loyola, nos explicaba aquí que esa desconexión entre la edad cronológica y la mental puede ser un problema cuando deriva en una negación extrema de la realidad: "Si una persona no es del todo realista, puede llegar a ocurrir que intente hacer cosas para las que ya no está preparado, porque el momento ya pasó y eso no es malo. Aquí entran en juego características de la personalidad y del ambiente en el que se ha vivido".

El componente social también es importante para explicar la distancia entre la edad que marca el DNI y la que crees que tienes. Para algunos expertos, la edad subjetiva es un reflejo de la obsesión cultural por la juventud y por la connotación negativa que socialmente se le da al hecho de cumplir años. Un estudio de la Asociación Americana de Psicólogos aseguraba que este fenómeno "es una forma de negación defensiva que permite alejarse del estigma asociado al envejecimiento".

A pesar de que implica algún matiz edadista, mantener una imagen de sí mismo juvenil puede proteger la autoestima y la sensación de propósito vital. Además, suele motivar conductas saludables, curiosidad y apertura hacia nuevas experiencias. Así que sí, no tiene nada de malo verse como el que mejor se conserva en las reuniones de antiguos alumnos del instituto, sea cierto o no.