La marcha nórdica es mucho más que caminar, se suma el impulso que aportan los bastones
Marcha nórdica: las numerosas ventajas que tiene caminar con bastones para nuestra salud
MadridMantenerse activo y hacer un poco de ejercicio físico es bueno durante toda la vida, pero más necesario en determinadas etapas, como la infancia o la edad adulta. La actividad nos ayuda a proteger nuestra salud física, fortaleciendo músculos y huesos y favoreciendo el buen funcionamiento del cuerpo, pero también es clave para una buena salud mental.
Lo más habitual cuando se toma la decisión de ponerse en forma es comprarse unas buenas zapatillas y salir a la calle a pasear, haciendo un número cada vez mayor de pasos. Sin embargo, los más atrevidos seguro que sienten la necesidad de llegar un poco más lejos y no dudan en darle una oportunidad a la marcha nórdica.
Este ejercicio logra activar prácticamente toda la musculatura, porque no implica solamente caminar (aunque es la base de todo), se trata de hacerlo con impulso, acompañado de unos bastones que favorecen el ejercicio en todo el cuerpo, especialmente en el tronco superior.
Mejora el equilibrio, la coordinación y la flexibilidad, pero también la fuerza y la resistencia. Ayuda a mantener una mejor postura corporal, fortalece el sistema inmunitario, el corazón y los huesos, reduce el estrés, mejora el estado de ánimo y puede ser clave si intentamos perder peso. Se hará correctamente si se hace a un ritmo más o menos vivo, si optamos por pasear los beneficios serán mucho menores. También es necesario saber usar correctamente los bastones, porque son parte fundamental de esta disciplina.
Cómo usar correctamente los bastones de marcha nórdica
Los bastones de marcha nórdica son específicos de esta disciplina y por eso suelen tener ciertos elementos que favorecen su uso y hacen que sea más efectiva, es lo que sucede con las cintas o strap. No se colocan para evitar perder el bastón, son una parte fundamental. Debe quedar poca holgura entre la mano y la empuñadura, pero debe permitir la ‘suelta’.
La ‘suelta’ es, como su nombre indica, el momento de soltar el bastón. La mano debe agarrarlo firmemente cuando se planta, facilitando así el empuje con los brazos, tras el impulso, los brazos van hacia atrás y, cuando el cuerpo llega a la altura del bastón, se abre la mano, soltando el bastón para extender el brazo hacia atrás.
El movimiento de brazos en la caminata nórdica es un poco más amplio que habitualmente, aunque el ritmo de marcha (el movimiento de brazo y pierna opuesto) es el mismo. El tronco debe permanecer erguido, mientras se camina se debe ser consciente de la postura, manteniendo los hombros hacia abajo y hacia atrás.
Al plantar el bastón debe hacerse en ángulo, los bastones deben formar un ángulo de 45º con el suelo, lo que permite empujarlos y generar el impulso. Para hacerlo bien hay que empujar la mano y el brazo más allá de la cadera, el agarre debe ser firme al principio y a medida que se empuja hacia atrás, el agarre se suaviza. No es una técnica sencilla y puede costar un poco conseguirlo, también es clave para ello que los bastones tengan la longitud adecuada.


