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Elsa Punset, sobre por qué nos cuesta tanto cerrar etapas: "Los humanos somos criaturas de hábitos"

Volver a empezar, por Elsa Punset. Episodio 3
En el vídeo, Elsa Punset explica por qué nos cuesta tanto cerrar etapas.. Dale al Play
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Cerrar una etapa, ya sea una relación, un trabajo o una forma de vida, es uno de los actos más difíciles que tenemos que tomar durante nuestra existencia. Básicamente es un proceso emocional, biológico y psicológico que implica romper con lo que somos o creemos ser. La escritora y divulgadora Elsa Punset nos explica por qué esta tarea nos resulta tan compleja en una nueva entrega de 'Volver a empezar'.

"Desde que somos pequeños, los humanos somos criaturas de hábitos. Físicos, mentales, cognitivos o emocionales, y muy a menudo ni siquiera somos conscientes de ellos", indica la autora de 'Alas para volar' (Destino). Gran parte de nuestras decisiones no las tomamos de forma meditada. A lo largo de la vida vamos acumulando creencias y reacciones emocionales que se instalan en nuestra mente como programas automáticos.

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Cuando una etapa llega a su fin, estos automatismos que hemos desarrollado se activan para mantenernos donde estamos. "Simplemente tenemos tan interiorizada una forma de hacer las cosas que seguimos haciéndola", subraya Punset. Al fin y al cabo, el cerebro prefiere lo conocido, incluso si duele, antes que enfrentarse a lo incierto. Buisca estabilidad, control y previsibilidad. Así que desarrollamos una resistencia natural al cambio.

Proyectos en constante evolución

Además, cuando llegamos a la edad adulta tenemos la sensación de que somos seres conformados, sólidos, estables. Puede que incluso inmutables. "Pero la vida constantemente nos está recordando que los humanos no somos algo cerrado. Nos seguimos desarrollando, somos proyectos en constante evolución", aclara la divulgadora.

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Reconocer que cuesta cerrar una etapa, pero que también es doloroso quedarse donde uno ya no encaja, es el primer paso hacia ese despertar que nos permite soltar. Ese momento de claridad en el que podemos dejar atrás nuestros hábitos y costumbres y comprendemos que cada cierre es, en realidad, una forma de renacimiento.

La técnica de Jane Fonda para hacer amigos

A partir de los 50 años nuestro capital social tiende a decrecer, ya sea porque los hijos se independizan, el trabajo entra en una fase de transición o las relaciones sociales se reducen progresivamente. Pero nunca es tarde para reconectar con los demás y evitar el fenómeno de la soledad no deseada. En ese sentido, Punset recomienda el método de Jane Fonda para hacer amigos a cualquier edad. La veterana actriz de 87 años ya no se complica la vida y cuando alguien le cae bien de primeras simplemente le hace una pregunta: "¿Quieres ser mi amigo?". Sin vergüenza y sin miedo al rechazo. Y lo bueno es que funciona.