Estilismo

Cortes de pelo para sentirse atractiva a los 60 y no madre antigua de moño

Cate Blanchett con un peinado estilo bob
Cate Blanchett con un peinado estilo bobGetty Images
Compartir

Durante años, cumplir 60 parecía implicar un regio uniforme capilar que incluía una suerte de recogidos apretados y moños bajos, aderezados con litros y litros de laca. El llamado “corte de madre antigua” era casi un peinado ritual, sin apenas margen para el cambio o la personalización. Hoy, sin embargo, ese estereotipo se derrumba. Cada vez son más las mujeres que piden y portan cortes que las representen, que sean fáciles de cuidar y que transmitan frescura. Como afirma el estilista Javier Mateo, cofundador de THE LAB Beauty Studio: «El secreto para evitar el look rígido está en apostar por cortes con textura, capas suaves y formas dinámicas que acompañen el movimiento natural del cabello».

El cambio es profundo. No se trata de aparentar menos años, sino de sentirse atractiva y auténtica, sin que el cabello funcione como una máscara protectora. Y para lograrlo, el mercado y los profesionales han empezado a ofrecer alternativas reales.

PUEDE INTERESARTE

Lo primero que hay que saber es que los recogidos clásicos no están prohibidos, pero necesitan ser reinterpretados. Hoy se llevan moños bajos con mechones sueltos, trenzas desarmadas y acabados messy controlados. El Javier Mateo lo resume así: «Ya no se busca el acabado perfecto, sino ese punto justo entre lo elegante y lo desenfadado».

Incluso los accesorios marcan la diferencia. Broches dorados minimalistas, scrunchies de seda o pasadores con diseño sustituyen a los clásicos peines y horquillas. El resultado es inmediato: un recogido moderno que nada tiene que ver con la imagen “madre antigua”.

PUEDE INTERESARTE
Jennifer Aniston y su corte long shag

Otra opción podría ser el flequillo cortina, más abierto y ligero, que se ha convertido en uno de los mejores recursos para suavizar rasgos y modernizar un look. Bien adaptado al tipo de rostro, aporta frescura sin rigidez. El error está en optar por flequillos densos y rectos, que endurecen facciones y suman años. El estilista insiste: «Lo importante no es la edad, sino cómo lo llevás… y si te hace sentir vos misma».

Tres cortes que rejuvenecen sin disfrazar

Para desterrar la etiqueta de “señora mayor” y proyectar frescura a los 60, el experto recomienda tres cortes clave. Son estilos reales, fáciles de mantener y con un impacto emocional evidente.

Bob desestructurado o “wavy bob”, con ondas suaves y puntas levemente desfiladas, es sofisticado pero moderno. Favorece a la mayoría de los tipos de rostro y aporta un aire ligero. «Resta años sin necesidad de un cambio drástico», explica el estilista.

Pixie texturizado, que lejos de ser un corte “de señora”, transmite fuerza y frescura. Con capas en la nuca y volumen en la coronilla, resalta las facciones y el cuello. Es también un gesto de empoderamiento.

Long shag con capas suaves, que es un corte con capas ligeras que quita peso y aporta movimiento. Chic, versátil y con un toque juvenil para quienes no quieren algo ni muy corto ni muy largo.

Estos estilos no solo transforman el aspecto físico: también tienen un impacto emocional. «Cuando eliminamos volumen excesivo o capas pesadas, sentimos menos carga emocional», afirma el Mateo.

Jennifer Lawrence y su corte pixie

Consejos para evitar el look “señora mayor”

Además de elegir cortes con textura, hay otras claves como evitar lacios extremos, sprays fijadores y peinados excesivamente rígidos. También es bueno buscar acabados naturales, volumen suave y cortes que enmarquen el rostro. Además, es mejor apostar por colores y reflejos que aporten luz y no requieran un mantenimiento exhaustivo.

Como concluye Javier Mateo: «Un corte elegante es aquel que fluye contigo, que te ilumina el rostro y que se siente auténtico. No se trata de aparentar menos edad, sino de transmitir confianza».

A los 60, sentirse atractiva no pasa por esconder la edad bajo un peinado rígido. Pasa por atreverse a soltar, a elegir cortes que aporten movimiento y luz, y a dejar atrás el miedo al qué dirán. Cortes como el bob desestructurado, el pixie texturizado o el long shag permiten proyectar frescura y personalidad. Y los recogidos modernos demuestran que el moño clásico puede actualizarse para convertirse en un gesto contemporáneo.

La edad ya no dicta el estilo: la autenticidad sí. Y el cabello es hoy uno de los mejores lienzos para expresarlo.