Pareja

Nuevo orgullo de soltería: así están cambiando las connotaciones negativas de no tener pareja desde los Boomers hasta los Z

La narrativa de estar en pareja empieza a ser cuestionada. GETTY IMAGES
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Hubo un tiempo no tan lejano en que estar soltera era casi un diagnóstico social. Las mujeres de la generación Boomer y de la generación X crecieron aguantando frases del tipo "dónde te has dejado el novio", "se te va a pasar el arroz" o "una mujer sola, qué pena". Así que tener pareja era la prueba concluyente de que la vida marchaba como debía, y no tenerla era motivo de cierta vergüenza social, como si algo "fuese mal".

La sociedad entonces aún mantenía una fuerte narrativa de que lo 'normal' era tener novio, casarse con él y formar una familia. Pero hoy, el marco mental ha dado una vuelta completa. Entre las generaciones más jóvenes lo que da vergüenza es tener novio. Mostrarlo, nombrarlo o postearlo en redes sociales se percibe como un desliz de debilidad emocional.

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Cambio de paradigma

Esta nueva tendencia la explica muy bien la periodista Chanté Joseph en un artículo publicado en 'Vogue' bajo el título 'Is having a boyfriend embarrasing now?' que se ha hecho viral. En él, la periodista afirma que estamos viviendo un cambio de paradigma en el que ya no es motivo de vergüenza estar soltera, sino más bien al revés. Muchas mujeres entre 20 y 35 años sienten que "tener novio" es algo asociado a dependencia emocional, a perder autonomía, a quedar expuesta al juicio público.

No se trata tanto de eliminar a la pareja en las redes como de no nombrarla, esconder su rostro o no etiquetarla. Mostrar una mano en un volante, unas copas chocando durante una cena o una cara difuminada. Lo que se denomina 'soft-launches' de pareja.

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Si durante mucho tiempo la tendencia dominante ha sido "presumir de novio", el amor romántico o la boda perfecta en Instagram, hoy la pregunta que surge como reacción a tanto idealismo es "¿por qué mostrarlo?, ¿qué gano con esto?".

La narrativa de que 'estar en pareja', o al menos su exhibición, está siendo ampliamente cuestionada, ya que puede transmitir vulnerabilidad o exposición. Sin embargo, la soltería ya no se ve como un defecto, sino como un símbolo de independencia.

Como era de esperar, esta teoría sobre la 'vergüenza del novio' ha generado numerosas reacciones en internet. "No es que el romanticismo haya muerto, ¿verdad? Es más bien que nosotras, como mujeres, hemos empezado a valorarnos muchísimo más. No necesitamos a los hombres para sentirnos plenas. Sí, un abrazo es fantástico y nos reconforta, pero podemos ir a los mercadillos navideños, ver una película de Navidad y hacer galletas de jengibre nosotras solas, amigas”, sostiene Emma Costigan en un artículo en 'Evoke'.

"Obviamente, no hay nada de malo en estar enamorado —y en sentirse orgulloso de ello—, pero siempre he defendido la importancia de tener una vida y una personalidad propias, más allá de la persona con la que estás saliendo", escribe Claudia Poposki en 'The New York Post'.

Motivos de una transformación

¿Por qué ha sucedido este cambio? Obviamente, las mujeres hoy tienen más opciones laborales, de vida, de desplazamiento, y hay un cuestionamiento mayor a los roles tradicionales, al 'completar' con otro, al “mírame con mi chico” como símbolo de éxito.

Además, en un mundo marcado por las redes sociales y la visibilidad pública que da Instagram y TikTok, la pareja se vuelve también un contenido. Y si ese contenido se vuelve monótono o comprometido, puede sentirse como no auténtico. Joseph comenta en su artículo que muchas mujeres dejaron de seguir cuentas que se habían convertido en algo tipo "mi novio y yo". Eso por no hablar de que cuando la relación termina, hay que borrar fotos, dar explicaciones, etc. Por tanto, no publicar es también una forma de protegerse socialmente.

Lo que está claro es que hay un vuelco generacional en la relación entre mujer, pareja y visibilidad social. De la vergüenza por estar soltera a la vergüenza por tener novio, o al menos por exhibirlo como se hacía antes. La pareja ya no es el accesorio de validación social que fue, y la soltería empieza a ocupar un lugar distinto en la narrativa pública, uno que tiene que ver más con la autosuficiencia, la independencia y la libertad para hacer lo que se desea.