Navidad

Cinco preguntas que deberías hacerles a tus mayores en Navidades

Estas fiestas pueden fortalecer los vínculos generacionales. GETTY IMAGES
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En las reuniones familiares típicas de las fiestas navideñas a menudo estamos tan concentrados en la comida, la charla y los regalos que a menudo nos olvidamos de algo muy valioso: escuchar a quienes ya han vivido mucho. Conversar con los mayores de la familia puede abrir una ventana al pasado, ayudándonos a conservar recuerdos para el futuro, conocer historias familiares, entender orígenes y fortalecer los vínculos generacionales.

Así que si durante estas fiestas vas a estar con la familia, tal vez sería un buen momento para hablar con tus seres queridos mayores. Elige un momento tranquilo, alejado de distracciones -no alrededor de la mesa principal-, en un ambiente relajado que pueda favorecer que la otra persona se abra con más confianza. Una vez creado ese espacio de intimidad, 'The New York Times' propone cinco preguntas para iniciar conversaciones significativas. Tampoco es necesario hacerlas todas de una vez. Con dos o tres basta para abrir camino.

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¿Alguna vez te metiste en problemas cuando eras niño?

Con preguntas ligeras de la infancia puedes descubrir anécdotas divertidas o inesperadas. Preguntar “cuando tenías 10, 12 o 13 años… ¿alguna vez hiciste alguna travesura o te metiste en problemas?” suele sacar historias memorables y contribuye a relajar el ambiente. También suele ser efectivo preguntar por talentos secretos o hobbies de juventud.

¿Cómo era el dormitorio de tu infancia?

Esta pregunta invita a construir una imagen vivida de su niñez: su entorno, sensaciones, rutinas, recuerdos sensoriales como colores, olores, sonidos… Preguntarles “cómo era tu cuarto de niña/o”, “cómo era una mañana de sábado típica” o “cómo era un día normal de tu infancia” puede evocar memorias profundas. También es una forma de rescatar historias de sus propios padres, abuelos y familiares que quizá ya no estén, preservando parte de la memoria familiar.

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¿Cuál fue uno de tus viajes favoritos?

No preguntes por "el mejor viaje de tu vida". Tener que elegir solo uno puede generar presión, así que opta por "uno de tus viajes favoritos", que es una fórmula más amable. Esto suele dar espacio a varias historias, recuerdos destacados, descubrimientos, experiencias transformadoras... y quizás abrir la puerta a relatos que nunca te habrías imaginado. También puede ser una oportunidad para que te cuenten cómo era el mundo cuando ellos viajaban.

¿Quiénes fueron los amores de tu vida?

Una vez metidos en materia, si la conversación fluye se pueden introducir temas más profundos: relaciones, afectos, decisiones importantes, arrepentimientos, logros... Preguntar “quiénes fueron los amores de tu vida”, “de qué te sientes más orgulloso/a”, “qué decisiones marcaron tu vida” permite conocer de verdad quién es esa persona, más allá del rol de abuelo, madre o tío. Este tipo de preguntas pueden revelar amores, pérdidas, sueños cumplidos o lecciones de vida.

Cuéntame otra vez aquella anécdota

Seguramente hayas escuchado mil veces esa vieja historia de infancia o juventud, pero volver a oírla puede tener un valor distinto. Invitar a revivir 'aquella vieja anécdota' permite que la persona la cuente con sus propias palabras y es un gesto de cariño, reconocimiento y conexión emocional. Para ellos significa sentirse escuchados, valorados y recordados.

Consejos para que la conversación fluya

  • Elige un momento tranquilo, sin prisas, sin excesos, ni mucho ruido.
  • Créales un ambiente relajado: habla con cercanía, sin presión, con paciencia.
  • Si la persona lo permite, graba el audio: muchas de esas historias se pierden con el tiempo.
  • No intentes hacer todas las preguntas de golpe. Haz dos o tres y vuelve en otro momento si hay más ganas.
  • Sé respetuoso con su ritmo. Quizá al principio se muestren tímidos, pero con cariño y paciencia pueden abrirse