Cuatro amigas recrean la misma foto 50 años después: la tendencia que nos dice quiénes somos
Marion Bamforth, Sue Morris, Carol Ansbro y Mary Helliwell con apenas 17 años, caminaron tomadas del brazo por el paseo marítimo de Torquay, en Devon. Hoy lo repiten
La fotografía analógica se pone de moda entre los jóvenes que buscan capturar momentos únicos
Hay fotografías que no se quedan para siempre en un álbum olvidado. Imágenes que condensan una época, una emoción y un vínculo y que, al mirarlas años después, nos cuentan quiénes fuimos y, quizá, quiénes seguimos siendo. Ese fue el caso de un grupo de amigas británicas que ha conmovido a miles tras recrear exactamente una foto que se hicieron juntas en 1972, nada menos que medio siglo atrás, en la costa inglesa de Torquay.
La imagen original fue tomada durante unas vacaciones de verano de cuatro adolescentes —Marion Bamforth, Sue Morris, Carol Ansbro y Mary Helliwell— que, con apenas 17 años, caminaron tomadas del brazo por el paseo marítimo de Torquay, en Devon, sonriendo despreocupadamente. Esa instantánea, capturada por un fotógrafo ambulante, se convirtió con el tiempo en uno de los recuerdos más preciados de su juventud.
Reviviendo el momento
Más de cinco décadas después, ya con 70 años, las amigas decidieron volver al mismo lugar y repetir la escena. La idea surgió de Sue Morris, que recordó la foto y propuso recrearla como forma de celebrar su amistad y la llegada a los setenta. Al principio no todas estaban convencidas, sobre todo por el clima otoñal y la dificultad de encontrar prendas similares a las originales de 1972, pero terminaron aceptando el desafío.
El resultado: las cuatro de nuevo caminando juntas, vestidas con ropa que evocaba la de su primera foto, en el mismo punto del paseo marítimo donde fueron fotografiadas por primera vez. El momento fue capturado por otra de las amigas que las acompañaron, completando así un acto de nostalgia que rápidamente se viralizó en redes sociales.
Para muchos usuarios, la comparación entre ambas fotografías es un símbolo de lealtad, cariño y recuerdos compartidos. No solo se ve el paso del tiempo en sus rostros, sino también cómo permanece intacta la complicidad que han mantenido durante décadas.
De matrimonios a familias
La historia de las cuatro amigas que regresan 50 años después al mismo lugar para fotografiarse de nuevo no es única, sino parte de una tendencia más amplia que se ha viralizado en los últimos años. Este fenómeno visual, conocido en algunas comunidades como retrophotography, consiste en volver a capturar momentos del pasado para ver cómo ha cambiado la vida (y qué permanece intacto).
Uno de los ejemplos más conmovedores viene de Estados Unidos, de la mano de Judy y Jerry Griffin, pareja de Nueva York que se conoció en el legendario festival de Woodstock en 1969. Tras más de 50 años de matrimonio, encontraron finalmente una fotografía antigua en la que aparecían juntos aquel día y decidieron reproducirla en su jardín exactamente como entonces, con la misma manta y la misma pose del recuerdo. Esa imagen recreada resonó con miles de personas porque simboliza no solo el paso del tiempo, sino también un amor que ha perdurado y celebrado medio siglo de vida compartida.
Otro caso curioso es el de un grupo de amigos que hizo novillos para ver a los Beatles, y fueron inmortalizados por el mismísimo Ringo Starr en plenas pellas. Varias décadas después, el mismo grupo posó de nuevo rememorando aquel momento y celebrando de paso su amistad a pesar del paso inexorable del tiempo.
Más allá de parejas, esta tendencia también ha sido adoptada por familias y amigos de todo el mundo. Ya son habituales que haya grupos de personas que recrean fotos antiguas años después, ya sea con hermanos, hijos o amigos, capturando momentos que van desde la infancia hasta bodas o reuniones familiares. Estas comparaciones, dispuestas como antes y ahora, permiten ver de manera visual cómo cambia la vida y cómo algunas conexiones se mantienen firmes, a pesar de la edad.
Incluso en redes sociales hay comunidades dedicadas a este arte de “viajar visualmente al pasado” con fotografías actuales que reproducen escenas antiguas, celebrando memorias compartidas y mostrando que, aunque pasen décadas, las emociones y vínculos pueden seguir siendo reconocibles cuando miramos de frente al espejo del tiempo.
Amistad, identidad y memoria visual
La relevancia de este tipo de gestos radica en su capacidad para hablarnos de algo más que moda o nostalgia. Nos recuerda que las relaciones humanas se sostienen en pequeñas constancias: un paseo, un abrazo, una foto tomada sin mayor pretensión que la alegría del momento. Al recrear aquella imagen de Torquay, estas mujeres no solo celebraron un recuerdo compartido, sino que también afirmaron la continuidad de sus vidas y de su vínculo, en una sociedad en la que cada vez cambiamos más rápido de lugar, trabajo y amigos.
Y quizá por eso estos actos siguen generando emoción: no son meras revivals visuales, sino actos de reafirmación emocional, fotografías que nos dicen que nuestro pasado sigue vivo en quienes lo compartieron con nosotros.
