Las termitas se instalan en el centro de Barakaldo y amenazan varios bloques con estructura de madera
Las termitas se alimentan de la celulosa presente en la madera
El pasado verano, 12 familias fueron desalojadas ante el riesgo de colapso de su edificio en Barakaldo
¿Cómo proteger tu casa de las plagas?
Las termitas traen por la calle de la amargura a los residentes de varios inmuebles de la localidad vizcaína de Barakaldo. Sus edificios, con estructura de madera, se han convertido en el alimento de estos pequeños insectos conocidos por su voracidad y que, como una auténtica plaga, han ido extendiéndose y amenazan a varias viviendas del centro de la localidad fabril.
En verano del año pasado, según informa El Correo, 12 familias de un edificio del centro de Barakaldo ya tuvieron que ser desalojadas ante el riesgo evidente de derrumbe de sus casas por culpa de las termitas. Actuar en el inmueble, que, a día de hoy, sigue deshabitado, no será tarea fácil ni barata, aunque lo primero será apuntalarlo para garantizar que no se venga abajo. Por el momento, los vecinos siguen fuera y las termitas dentro.
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El resto de residentes de la zona, cuando han visto ‘las barbas de su vecino cortar, han puesto las suyas a remojar’, y así, algunas inspecciones realizadas ya han advertido de la presencia de la plaga en, al menos, otro de los edificios, que deberá reforzar su estructura, asediada por estas indeseadas inquilinas.
Señales para detectarlas
Son muy pequeñas, pero capaces de provocar el colapso de un inmueble de estructura de madera. Las vigas y el forjado de madera de edificios antiguos son un auténtico festín para estos isópteros. Las termitas se alimentan de la celulosa presente en la madera y van debilitándola progresivamente. Si bien los daños que ocasionan las termitas son difíciles de detectar a simple vista, no hay que pasar por alto las señales que las delatan.
Una de ellas es el ruido en las paredes y la presencia de termitas aladas, que las puertas y ventanas no encajen correctamente en sus marcos o que la madera suene hueca cuando la golpeamos. Las galerías excavadas por estos insectos hacen que la madera vaya debilitándose, pierda resistencia y termine en riesgo de colapso.
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