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El vasco Jon Rivera, en la élite de la gimnasia rítmica masculina de España con solo 15 años: "No cambio la gimnasia por salir por ahí"

Jon Rivera durante uno de sus ejercicios
Jon Rivera durante uno de sus ejercicios.. Redacción Euskadi
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Vitoria-GasteizA sus 15 años, la mayoría de los chavales como Jon Rivera están pensando en salir y hacer planes con sus amigos, pero no es el caso de este alavés al que las 24 horas del día apenas le alcanzan. El sacrificio marca la rutina de este jovencísimo gimnasta que ha logrado alcanzar la élite de la gimnasia rítmica masculina, lo que le permitirá competir entre los 14 mejores de España. "Por ahora no se puede aspirar a más", admite, aunque su sueño pasaría por competir en unas Olimpiadas.

Jon no es de los que tiran la toalla, por eso a pesar de que en 2022 los malos resultados cosechados durante el Campeonato de España le llevaron a tener “un bajón”, nunca se le pasó por la cabeza dejar la gimnasia y se volcó hasta lograr, este verano, convertirse en campeón de España júnior de gimnasia rítmica con un oro en mazas y otras dos medallas de bronce en pelota y aro. “Casi no me creo que vaya a competir con algunos de mis ídolos”, reconoce.

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En esta selecta lista siempre hay ocho puestos fijos y seis que fluctúan: “Tres de la categoría Junior, hasta los 15 años, y tres de senior, bajan o suben”. En el top de la gimnasia, Jon asume que la temporada, que arrancará allá por febrero, será dura, por eso no pierde ni un minuto en entrenar bajo las órdenes de Marga Armas, en el club Beti Aurrera, en Vitoria.

La gimnasia "lo es todo"

Con su beneplácito, Jon dedica unos minutos de sus cinco horas de entrenamiento diario a atendernos por teléfono. El de Llodio, se muestra algo “tímido”, aunque firme en su apuesta por la gimnasia rítmica: “Para mí lo es todo, es mi motivación diaria para seguir adelante y me hace feliz”.

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Una pasión que nació imitando a su hermana mayor Naia, que practicaba gimnasia, y a la que trataba de emular en casa tras verla sobre el tapiz. “Ella les dijo a mis padres que me apuntaran”, entonces solo tenía siete años, y no imaginaba ni él ni su familia lo que estaba por venir.

El gimnasta de Llodio junto a su entrenadora Marga Armas

Trabajador y constante, no olvida a quienes le han ayudado estos años a convertirse en el gimnasta que es hoy en día, “empecé con Elizabeth Anda en el club Arezketa de Amurrio”, aunque desde principios de 2024 entrena en el club Beti Aurrera.

Este lunes 8 de septiembre, Jon como el resto de alumnos vascos ha comenzado el curso escolar, este año inicia 4º de la ESO. Por las mañanas asiste a clase a su centro escolar de la localidad alavesa de Llodio y cuando suena el timbre que avisa del final de la jornada, para él el final aún está lejos, arranca, en ese momento, la segunda mitad del día: “Como y me cambio en el coche de camino a Vitoria, tardamos unos 40 minutos, y a las 16 horas empiezo a entrenar hasta las 20.30 o 21 horas”, después de nuevo, vuelta al coche.

A veces sus amigos le tientan para que haga planes con ellos en lugar de ir a entrenar, y claro que le gustaría, pero “no puedo y en el fondo, no quiero cambiar la gimnasia por salir por ahí”. La senda elegida es sacrificada y en ocasiones, dolorosa, porque aunque hasta la fecha ha logrado esquivar lesiones, sí ha tenido sustos y sabe lo que es entrenar con dolor: “Ahora mismo, tras las vacaciones de agosto, estoy entrenando con unas agujetas tremendas, me levanto con dolor, pero sigo adelante”.

El próximo mes de noviembre, Jon Rivera participará en el ‘Euskalgym 2025’, un torneo nacional “suelto”, aunque su mente está puesta en febrero “que es cuando empieza todo”.