Un ertzaina salva la vida a una niña de dos años cuando se asfixiaba en Bilbao, practicándole la maniobra de Heimlich
Tras la reanimación la niña expulsó flemas y recuperó la respiración
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BilbaoLa mañana transcurría este pasado domingo con relativa calma en la Oficina de Atención Ciudadana de la Ertzaintza de Zabalburu, en Bilbao, cuando un padre irrumpía en el interior con su hija de dos años en brazos. La pequeña estaba inconsciente y tenía la vía aérea atascada.
La situación era desesperada y requería de una actuación urgente, por eso, el ertzaina, que, en ese momento, se encontraba en la recepción, no lo dudó y salió para realizarle la maniobra de Heimlich, un procedimiento que puede marchar la diferencia entre la vida y la muerte. No es la primera vez que la actuación de un policía salva a un bebé de morir ahogado.
El agente realizó esta técnica de primeros auxilios, empleada en víctimas de atragantamiento, desobstruyendo las vías respiratorias. En este caso, al tratarse de una niña de solo dos años, el policía realizó la maniobra para neonatos.
Momentos angustiosos
Tras unos momentos angustiosos, la niña comenzó a expulsar flemas y recuperó la respiración, empezando a llorar. La menor fue colocada en posición lateral de seguridad hasta la llegada de los sanitarios, que se hicieron cargo de la atención a la niña y su traslado al Hospital de Basurto.
La maniobra de Heimlich recibe el nombre del médico estadounidense Henry Heimlich, creador de este procedimiento de primeros auxilios contra el atragantamiento, que se produce cuando un alimento, un objeto o incluso, flemas se atascan en la garganta e impiden que entre el aire en los pulmones. Esa obstrucción de las vías respiratorias puede afectar, tanto, a personas adultas como a niños.
El atragantamiento, según la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, suele ocurrir de forma “rápida e inesperada”, creando mucha angustia. Es importante saber cómo actuar ante esta situación.
Cuando el niño se atraganta, de forma instintiva, suele llevarse ambas manos al cuello, con sensación de ahogo. Además, comienza con tos o con arcadas para intentar expulsar el cuerpo extraño. Tampoco puede hablar. En las formas más graves, los labios y la cara se ponen morados y se pierde el conocimiento.
Algunas veces el objeto puede obstruir completamente la tráquea y no dejar el paso de aire. Entonces el cerebro deja de recibir oxígeno y la asfixia puede convertirse en una emergencia que pondría en peligro la vida del niño. Una obstrucción completa de la vía aérea puede producir una parada cardiorrespiratoria.
Cómo actuar:
- Coloca al bebé boca abajo sobre tu muslo.
- Dale cinco palmadas en la espalda, entre los omoplatos. Comprueba si ha expulsado el objeto.
- Sitúa al bebé boca arriba y coloca dos dedos sobre el esternón, bajo la línea del pezón.
- Realiza cinco compresiones en el tórax. Abre su boca y comprueba si el objeto ha sido expulsado.
- Repite el proceso de cinco palmadas y cinco compresiones hasta que se liberen sus vías respiratorias.
- Si el bebé pierde el conocimiento, realiza la RCP.