La difícil convivencia entre delfines y pescadores en las rías de Galicia: "Esta situación nos echa del mar”
Los delfines se adentran en las rías gallegas por la subida de las temperaturas en el mar
Buscan alimento en las capturas de los barcos de los pescadores
En los barcos están implantando el uso de ‘pingers’ para ahuyentar a los mamíferos marinos
GaliciaCon cada vez más frecuencia vemos delfines en las costas gallegas, pero desde hace unos años estos animales se van adentrando más y más en las rías.
El cambio de hábitos en el comportamiento de estos mamíferos tiene una clara explicación y nos la desvela Javier Touza, Presidente de la cooperativa de armadores de Vigo: “el cambio climático y la subida de temperaturas en el mar”.
Pero en las aguas gallegas no sólo se adentran los delfines, también lo hacen los barcos de los pescadores y cómo no, sus capturas. Anguilas, sardinas… Son todo un manjar para estos mamíferos, que han encontrado en las redes de los pescadores una forma fácil y rápida de conseguir alimento.
Y está suponiendo un problema porque los pescadores llegan a puerto con sus utensilios de trabajo rotos y con pérdidas en las capturas. Los delfines acaban con ambos: “llegamos a puerto y nos ponemos a reparar las redes, día tras día… Esta situación nos echa del mar”. Así lo califica José Santos, un pescador que lleva toda la vida en el mar y que en su carrera “nunca había visto algo así”.
Los ‘pingers’, nuevos aliados de los pescadores
Ante esta situación que se va recrudeciendo cada vez más, los pescadores comienzan a hacer uso de un dispositivo tecnológico llamado ‘pinger’. Este emite una frecuencia que hace que los delfines se aparten del barco.
Pero no es una solución infalible: estos mamíferos marinos acaban por acostumbrarse a estos sonidos, por lo que los pescadores deben ir cambiando de frecuencia cada cierto tiempo para que esta siga ahuyentando a los delfines y los separe de sus embarcaciones.
Evitar el impacto en el ecosistema: primordial
El uso de ‘pingers’ y de otros métodos con los que separar a los arroaces de las embarcaciones se realiza con una premisa ineludible: la de evitar al máximo el impacto sobre el ecosistema marino.
Y es que los pescadores lo tienen claro, pues buscan lograr una convivencia pacífica con estos nuevos habitantes de las rías, “no pretendemos echarlos ni hacerles daño, sólo queremos hacer nuestro trabajo y convivir de la mejor forma posible”.
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