Bajo 40 grados, entre llamas simuladas y humo real: así se entrenan los bomberos neerlandeses en Ourense
"En Países Bajos no tenemos helicópteros propios: pertenecen al Ejército. Aquí podéis estar en un incendio en menos de 20 minutos”
El Centro Integral de Loita contra o Lume se consolida como epicentro europeo en la lucha contra los incendios forestales
OurenseCon trajes ignífugos empapados en sudor y rodeados de un terreno calcinado, veinte bomberos llegados desde los Países Bajos practican maniobras de ataque directo al fuego, evacuaciones contrarreloj y control de frentes activos en condiciones casi idénticas a las de un incendio real. Galicia se ha convertido este verano en su aula de formación: entrenan en el Centro Integral de Loita contra o Lume (CILL), en Toén (Ourense), que se consolida como epicentro europeo en la lucha contra los incendios forestales.
Durante varias jornadas, estos profesionales reciben formación tanto teórica como práctica en técnicas de extinción adaptadas a los nuevos desafíos del cambio climático. Galicia, una de las regiones más castigadas por los grandes fuegos, exporta ahora su experiencia como modelo. Y el contraste con su país de origen no puede ser mayor.
Diferentes entornos
“Para ellos, un incendio forestal suele ser de pasto. No tienen los combustibles que nosotros acumulamos en el monte por nuestra latitud, nuestra vegetación y el abandono del territorio. Aquí la carga por hectárea es altísima, probablemente de las mayores de Europa”, explica Manuel Rodríguez Blanco, director xeral de Defensa do Monte. La realidad gallega supone un salto de escala para estos profesionales neerlandeses, acostumbrados a intervenir en entornos mucho más urbanizados y con menos presión forestal.
“Estamos aprendiendo muchísimo, que era a lo que veníamos”, señala Jitske Langeraap, jefa de la delegación y especialista en wildfires. “Nosotros trabajamos con grandes mangueras y mucha agua, pero aquí vemos cómo se apaga mejor con menos agua y más técnica: espumas retardantes y tendido progresivo de mangueras finas”. También destaca las diferencias estructurales: “Nos ha impresionado el uso de medios aéreos. En Países Bajos no tenemos helicópteros propios: pertenecen al Ejército y su activación es lenta. Aquí podéis estar en un incendio en menos de 20 minutos”.
Ourense se convierte en escuela internacional
Este grupo neerlandés es el primero de varios que pasarán por el CILL en las próximas semanas. En la primera quincena de agosto llegará una segunda expedición, también desde los Países Bajos, y en la segunda mitad del mes lo hará una delegación procedente de Estonia, que repite experiencia tras participar el año pasado en la primera edición. En septiembre será el turno de bomberos del País Vasco.
La conselleira do Medio Rural, María José Gómez, destaca que el objetivo es “convertir el CILL en un referente en el ámbito de la cooperación internacional, al servicio de todos los profesionales europeos”. El centro, impulsado por la Xunta, permite tanto la instrucción inicial como la formación continua del personal, y se posiciona como una herramienta clave ante la creciente amenaza de los incendios forestales en el continente.
Ourense, un escenario real de alto riesgo
La formación no se desarrolla en un entorno cualquiera. Ourense es una de las provincias con mayor vulnerabilidad forestal de España, con comarcas especialmente expuestas como Valdeorras o el Macizo Central. “Son zonas con mucha pendiente, de difícil acceso y temperaturas altísimas”, subraya Rodríguez Blanco. Desde el Pladiga (Plan de prevención e defensa contra os incendios forestais de Galicia) se trabaja en el análisis constante del riesgo estival para anticiparse, en la medida de lo posible, a los grandes incendios.