En Ucrania es imposible escapar de las bombas, que también resuenan bajo tierra. La resistencia, no obstante, recupera poco a poco lo conquistado por Rusia y celebra la liberación de Járkov, la segunda ciudad del país. Continúa, mientras, el asedio a la siderúrgica de Mariúpol. En sus galerías subterráneas se ocultan aún un millar de soldados, muchos de ellos están heridos.
El cese de la directora del CNI no ha aplacado las críticas de la oposición, que sigue acusando al presidente de ceder al chantaje independentista. Hoy Pedro Sánchez ha ido algo más lejos en su justificación, reconociendo un fallo de seguridad en las comunicaciones del Gobierno. Tanto el presidente como Alberto Núñez Feijóo han elevado el tono en sus reproches.
Preocupación en los bancos de alimentos, donde las reservas se van agotando. La guerra en Ucrania y la subida de precios están multiplicando el número de familias vulnerables hasta el punto de que, quienes hace meses donaban alimentos, ahora necesitan ayuda. Temen que la demanda repunte hasta un veinte por ciento.