Rusia trata de desabastecer a la población ucraniana con ataques estratégicos a fuentes de energía

Las tropas rusas continúan con los bombardeos estratégicos a fuentes de energía como ya han hecho en ciudades como Kiev o en Energodar. En Kramatorsk, en el este del país, los ataques con misiles han sido constantes. Mientras tanto, en el sur, las tropas ucranianas en Jersón están tratando de romper las líneas defensivas rusas para continuar su avance.

“En estos precisos momentos siguen las tropas rusas atacando la ciudad de Kramatorsk. Varias columnas de humo están asomándose entre los edificios civiles y también en industriales. No han cesado las explosiones a lo largo de todo el día y tampoco la pasada noche. Solo en esta madrugada hasta 14 cohetes han impactado en la zona industrial. Llevamos un día muy intenso y muy duro”, ha informado Laura de Chiclana para Informativos Telecinco desde Kramatorsk. “Aquí en la ciudad los rusos están tratando de desabastecer completamente a la población y se están produciendo cortes de energía”, ha explicado.

Dificultades para el Ejército ruso en Jersón

En Jersón, los rusos tienen dificultades para contener el avance intermitente de los ucranianos. Las imágenes del vídeo muestras cómo unos combatientes rusos abandonan sus posiciones en la provincia de Jersón cuando los ucranianos se les echan encima.

La escena es la siguiente: un proyectil cae cerca, suben a un blindado y se retiran a toda velocidad. Parece que se sienten aliviados ahora que están a salvo, pero es entonces cuando el conductor pierde el control del blindado y vuelca.

Aunque todavía están lejos de la ciudad, mantienen la presión y muestran vídeos volando un tanque o, incluso, un helicóptero de transporte, demostrando una vez más lo arriesgado que es para los rusos moverse por el aire.

Aun así, el avance ucraniano es ahora lento y se encuentran también en situaciones adversas como otra de las que se puede observar en el vídeo: uno a uno los soldados se rinden en el suelo después de ser superados por los rusos.

Los dos bandos cada vez más pendientes del tiempo que está cambiando y que empieza a embarrar el sur del país.