Qué es el anillo de pescador que se destruye inmediatamente después la muerte del papa Francisco

"A las 7:35 de esta mañana, el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia", ha sido el comunicado del camarlengo del Vaticano hecho este lunes 21 de abril. Jorge Mario Bergoglio ha fallecido a los 88 años de edad, tras una larga lucha contra la neumonía bilateral, si bien, la prensa italiana apunta a la posibilidad de que haya sufrido un ictus esta misma mañana.

Tras la muerte del Papa, se iniciarán los ritos fúnebres para despedir al líder de la Iglesia Católica, entre los que se encuentra el ritual del anillo de pescador. Ésta es una joya que cobró especial importancia durante el pontificado de Bergoglio, no por ostentar de ella, sino todo lo contrario. El Pontífice se negó a que los fieles besaran su anillo, no por higiene, como se dijo en un principio, sino por restarle poder al imperativo católico. Ahora que ha muerto, el anillo deberá fundirse y crear uno nuevo, que llevará su sucesor.

El anillo que pasa de un papa a otro

El origen de esta joya se remonta a 1265, cuando, por primera vez, su uso apareció en una carta escrita por el papa Clemente V a su sobrino. Posteriormente, también se utilizó para sellar bulas (documentos) papales y besarlo se volvió un signo de respeto al pontífice. Cada nuevo Papa lo recibe de parte del anterior (como una forma de continuidad dinástica) y, aunque haya sido fundido y forjado desde cero, su diseño sigue siendo el mismo: representa a San Pedro portando las llaves del cielo y simboliza al Pescador cristiano.

Bergoglio lo recibió en circunstancias distintas pues su antecesor, el papa Benedicto XVI, renunció a su cargo en el año 2013 (y se lo entregó en vida). En principio, hasta sus manos llegó un nuevo anillo de oro que Francisco desechó y sustituyó por uno de plata. Su destrucción se llevará a cabo inmediatamente después de la muerte del Papa, para que no pueda ser copiado y falsificado, aunque, figuradamente, lo que viene a indicar es que el pontificado actual ha terminado.

Francisco ha muerto a las 7:35 horas de la mañana después de pasar largo tiempo en el hospital, donde ingresó con una fuerte bronquitis el pasado mes de febrero. Su última aparición pública tuvo lugar hace apenas unas horas, en la misa Urbi et Orbe del Domingo de Pascua, que marca el final de la Semana Santa.

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