El cambio de protocolo que el papa León XIV ha puesto en marcha que le distancia de Francisco
En su primera aparición pública, el papa Francisco salió al balcón sin ningún elemento decorativo, algo que dista con el nuevo pontífice
Prevost ha salido al balcón de San Pedro con la tradicional sotana blanca, la muceta roja y una capa bordada en oro
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Robert Prevost es el nuevo papa de la Iglesia Católica bajo el nombre de León XIV. El estadounidense ya ha salido al balcón de la Basílica de San Pedro para pronunciar sus primer discurso ante miles de fieles y una plaza abarrotada.
Uno de los detalles que destacan en la presentación del nuevo pontífice es la vestimenta y el estilismo. En su primera aparición pública, el papa Francisco salió al balcón sin ningún elemento decorativo. En cambio, León XIV ha optado por un estilismo profundamente simbólico y tradicional, que refuerza la continuidad con el pasado.
Prevost ha aparecido con la tradicional sotana blanca que identifica al papa, sencilla, pero de gran carga simbólica, asociada a la pureza y la dedicación. También con una muceta roja de terciopelo, una capa corta sobre los hombros, bordada en dorado, es un gesto clásico de elegancia pontificia. Su uso ha sido intermitente en los últimos papados, por lo que su recuperación sugiere un respeto por la liturgia y el ceremonial más tradicional.
Francisco renunció a la muceta roja
También con una estola ricamente bordada en hilos dorados con motivos religiosos, lo cual refleja la autoridad espiritual del nuevo pontífice. El diseño parece inspirado en modelos barrocos, con cierto aire renacentista, lo que refuerza la herencia estética de la Iglesia romana.
En cuanto a los colores escogidos, el rojo representa la sangre de los mártires y el sacrificio, mientras que el dorado evoca la realeza y la gloria divina. La combinación en su vestimenta sugiere solemnidad y continuidad con la historia de la Iglesia. Su saludo ha sido afable, con una sonrisa contenida y sin estridencias. Esto denota un carácter humilde y cercano, pero también consciente de la carga simbólica del momento.
En cambio, la vestimenta de Francisco en 2013 fue bien distinta. Renunció a la muceta roja y solo usó la estola brevemente para bendición urbi et orbi. Una sotana blanca muy sencilla, sin bordados ni detalles adicionales. Saludó con un gesto modesto, dando un mensaje de humildad, cercanía y rechazo a los símbolos de poder.
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