Los dos únicos escenarios posibles en Francia tras la caída de François Bayrou
Macron se enfrenta ahora a la decisión de encontrar a un sustituto de consenso o convocar elecciones legislativas
El Ejecutivo del primer ministro francés, François Bayrou, ha caído al no lograr los apoyos necesarios para seguir al frente del Ejecutivo, nueves meses después de su llegada al cargo
Francia se adentra en una profunda crisis política, apenas nueve meses después de la última, cuando François Bayrou, fue designado como primer ministro. La pérdida de la cuestión de confianza del centrista, escogido por Macron promete llegar a las calles francesas que ya anuncian protestas y manifestaciones. Para salir de este caos, las dos opciones más probables son que el presidente galo busque un nuevo candidato de consenso o que adelante las elecciones legislativas. Una información de la periodista Yolanda Benítez.
Bayrou, en su último discurso, que sonaba a despedida, ha asegurado que el país se encamina hacia el caos y ha enfrentado las consecuencias de una votación con un resultado previsible. La votación fue la esperada y con 194 votos a favor y 364 y el cuarto jefes de Gobierno desde 2022, tendrá que abandonar la residencia oficial y hacer las maletas.
François Bayrou sabía que esta era su última aparición en la Asamblea Nacional y confesaba someterse voluntariamente a esta "prueba de la verdad", una moción de confianza en la asamblea tripartita todos sabían, incluido él mismo, no iba a superar, como así ha sido.
Bayrou, atacado por unos y por otros
Bayrou, acusado de elaborar unos presupuestos crueles e injustos, defendía las dura medidas de ajuste social que propuso y que fueron ampliamente criticadas. Su discurso ha sido calificado como una despedida teatral, pero él lo mantuvo hasta el final. " Lo verdaderamente arriesgado es dejar las cosas como están, y no hacer nada." Sin embargo, lo cierto es que la propuesta de encaminar al país y salvarlo de la deuda no gustaba ni a unos, ni otros.
"Una falta de moral para los socialistas", que lo acusaban de querer ser recordado como un rey que tenía la razón frente a todos o la condena de la derecha republicana: "No se puede hace el bien a Francia, haciendo daño a los trabajadores franceses."
Bayrou es ya el cuarto primer ministro en esta turbulenta segunda legislatura de Emmanuel Macron y el tercero en lo que va de año, el último Michel Barnier que solo duró tres meses: todavía a Bayrou le quedan varias tragos amargos que tragar. Este martes tendrá que presentar su dimisión ante el presidente de la república y precipitará la caída del gobierno. Macron se enfrenta ahora a dos únicos escenarios posibles, encontrar rápido a un sustituto o volver a las urnas y quizá a un fin de ciclo.