Laura de Chiclana, testigo directo del éxodo y la destrucción total en Gaza

Una imagen de la hilera de gazatíes huyendo de Gaza. Telecinco
  • Laura de Chiclana es testigo directo del acceso de las tropas israelíes al centro de la ciudad de Gaza

  • Los que abandonan Gaza forman una larguísima hilera de vehículos y carros en la carretera con la casa a cuestas.

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Laura de Chiclana es testigo directo del acceso de las tropas israelíes al centro de la ciudad de Gaza. Israel pretende su total destrucción. Mientras tanto, el éxodo de la población de Gaza es abismal y las imágenes de niños cargando con mochilas, o desvencijados coches transportando lo que se puede con destino a ninguna parte, encoge el alma.

En lo que queda de las calles de Gaza, convertida en escombros, y con apoyo de blindados, los soldados israelíes combaten, calle a calle, en los pocos reductos que quedan de Hamás. Esta incursión terrestre y los intensos bombardeos acorralan, aún más, a la población civil, que cuenta con un segundo corredor para huir hacia el sur de la Franja.

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Los que no huyen ya, se exponen a las bombas indiscriminadas, que caen también sobre mezquitas, escuelas y hospitales pediátricos, antes considerados lugares seguros. El gobierno de Netanyahu reconoce que llevará meses tomar Gaza "y varios meses más destruirla por completo”. Ese es el objetivo declarado del gobierno de Netanyahu y en ese empeño ha puesto a trabajar a su ejército. Las bombas caen sin parar y las tropas israelíes han abierto un segundo corrredor para que los habitantes de ciudad de Gaza abandonen sus hogares antes de la destrución total.

Laura de Chiclana observa in situ cómo cientos de miles de personas está dejando atrás toda su vida, aunque muchos de ellos, agotados, renuncian en el camino. Es la hilera humana de la desesperación.

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Los intensos bombardeos de los últimos dos días, además de allanar el camino de las tropas terrestres, golpearían infraestructuras de Hamas. 150 objetivos alcanzados, asegura Israel, en Gaza, donde cree que aún quedan cerca de 3.000 combatientes de Hamas.

Los aviones israelíes volvían a lanzar hoy miles de octavillas sobre la ciudad. Llamaban a sus cerca de 600.000 residentes a huir. Sin embargo, algunos reconocen que prefieren la muerte abandonar su Gaza.

Los que se quedan se arriesgan a morir bajo las bombas. En las ultimas horas ya se han cobrado una treintena de víctimas.