El príncipe Andrés le habría pedido a su jefe de seguridad que moviese hilos para desenterrar trapos sucios de Virginia Giuffré
Ahora se sabe que la estaban espiando y que el hermano de Carlos III utilizó a su escolta pagado con dinero público
El príncipe Andrés de Inglaterra renuncia a sus títulos por las acusaciones sobre vínculos con Epstein
Defenestrado, sin títulos y jugándose el desahucio por impago del alquiler, la pésima imagen pública del príncipe Andrés no tiene vuelta atrás. Hoy, coincidiendo con la publicación de las memorias de la joven que le denunció por violación, el hermano del rey afronta otra acusación perturbadora.
Según la prensa británica, le habría pedido a su jefe de seguridad que moviese hilos en la Policía para desenterrar sus trapos sucios y hundirla.
Todo se zanjó con un acuerdo extrajudicial
Virginia Giuffré lo contó años después, aterrada, porque estaba siendo abusada por un miembro de la familia real británica, "gente tan poderosa". Todo se zanjó con un acuerdo extrajudicial por el que el hermano del rey le pagaba una pequeña fortuna por su silencio.
Porque sabía perfectamente lo que le había hecho y a ella le quedaba un as en la manga, este libro en el que el nombre de Andrés aparece 88 veces en el texto. “Demasiado poco y demasiado tarde para ella”, dice un lector. Porque Virginia se suicidó hace siete meses tras dejar escritas sus memorias.
Virginia pidió que se publicara solo tras su muerte
Son las que llegan ahora a las librerías y cuya aparición precipita la decisión del duque de York de renunciar a usar sus títulos nobiliarios para no perjudicar a la corona. Títulos y privilegios que algunos miembros del Parlamento quieren le sean definitivamente retirados. “Este es absolutamente el final del juego para el príncipe Andrés, al 100%, porque lo que se cuenta de él es muy grave", dice Afua Hagan, periodista de la familia real.
Virginia pidió que se publicara solo tras su muerte. Ahora, se sabe que la estaban espiando, que el hermano de Carlos III utilizó a su escolta, pagado con dinero público, para investigarla en busca de trapos de sucios y así negar lo innegable.
El circulo se estrecha sobre el aún príncipe Andrés que se refugia en su mansión de la que ahora, tras un acuerdo, tendrá que empezar a pagar un alquiler.