El alto al fuego local entre Rusia y Ucrania para reparaciones en el suministro a la central nuclear de Zaporiyia

El OIEA alerta de que "la situación general de seguridad nuclear en la central nuclear de Zaporiyia sigue siendo extremadamente precaria"
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Las autoridades de Rusia y Ucrania han pactado un nuevo “alto el fuego localizado” en torno a la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa y en manos de las tropas rusas desde marzo de 2022. El acuerdo permitirá que continúen las reparaciones de uno de los cables de suministro externo a las instalaciones, según ha anunciado el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA).
El director general del organismo, Rafael Grossi, ha afirmado que el OIEA ha mediado en estos esfuerzos, que “allanan el camino para unos trabajos de reparación destinados a reforzar la conexión de las instalaciones con la red eléctrica y evitar un accidente nuclear”. El pacto ha permitido el inicio del desminado y otros preparativos este mismo viernes cerca de la línea Feroplavna-1, cortada hace seis meses. Este avance se produce dos semanas después de que se restaurara el suministro eléctrico a la central tras la reparación de otro cable, que puso fin a un mes de apagón.
“Ambas partes reconocen los riesgos que supone una pérdida prolongada de energía, así como la limitada redundancia de energía externa en una instalación nuclear”
Según el organismo internacional, los trabajos de reparación arrancarán este sábado, con la intención de reconectar la línea con la central en los próximos días, lo que daría a la planta acceso a dos líneas de suministro, después de que en octubre se arreglara la línea Dniprovska. El plan inicial contemplaba arreglar ambas líneas de forma simultánea en octubre, con dos altos el fuego localizados y temporales. Sin embargo, posteriormente se localizaron daños adicionales en la citada línea, en una zona más cercana a la central y fuera de las áreas pactadas para el alto el fuego, lo que retrasó la finalización de las labores de reconexión.
Grossi ha subrayado que las reparaciones de octubre fueron “extremadamente importantes para la seguridad nuclear”, aunque ha insistido en que "claramente no es suficiente tener una línea eléctrica de suministro para la central, que solía tener diez antes de la guerra”.
“Ambas partes reconocen los riesgos que supone una pérdida prolongada de energía, así como la limitada redundancia de energía externa en una instalación nuclear”
Antes de destacar que Moscú y Kiev “han colaborado de forma constructiva para que estas reparaciones vitales pudieran llevarse a cabo”.
Pese a ello, el jefe del OIEA ha advertido que "la situación general de seguridad nuclear en la central nuclear de Zaporiyia sigue siendo extremadamente precaria”, y ha zanjado: “Solo podremos cantar victoria cuando esta devastadora guerra termine sin un accidente nuclear”.
Los seis reactores de la central no generan electricidad desde hace más de tres años y permanecen cerrados, aunque aún necesitan energía eléctrica para mantener en funcionamiento los sistemas de refrigeración de los núcleos del reactor y del combustible utilizado, con el fin de evitar un desastre nuclear y una posible fuga radiactiva.
