El sentido de humor británico se impone en la celebración conmemorativa de los inicios deportivos del país. Durante su comienzo no destacaban por ser los mejores aún así han decidido aceptar ese hecho y reírse de él.
Desde hace unos años, al sur de Inglaterra, se reúnen un grupo de británicos trajeados al estilo de los años 30 y se burlan de sus propias costumbres. Durante esta singulas versión de las Olimpiadas algunas categorías son: servir té intentando derramar lo menos posible, lanzamiento de disco pero intercambiando el disco por un tradicional y aristocrático sándwich de pepino y un combate de justa con paragüas y maletín en mano manteniendo el equilibrio encima de una bici.
Según sus propios participantes la celebración es:"Absoluta burla, tontería y diversión. Creo que es lo mejor de los británicos; ser alegre y no tomarse las cosas demasiado en serio".
Si hay una norma clara aparte de satirizar la jornada se trata de que las trampas se permiten. No obstante, no olvidan que el más caballero obtendrá la corbata dorada al final del evento, premio que todos los participantes quieren obtener.